jueves , 28 marzo 2024
107º Pleno del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba, presidido por militares cubanos.

El secreto mejor guardado de la CTC

La consigna fundamental de encuentro, rendir cuenta ante los trabajadores de la labor del ejército, no se percibió por ningún lugar

La Habana, Cuba | Cuba Sindical – Concluyó el 107º Pleno del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), y su secreto mejor guardado sigue en el cuarto de las siete llaves. Participaron en el pleno los miembros de Consejo Nacional de la CTC, quienes, como el “puesto a dedo” Diaz-Canel, fueron “electos democráticamente” durante las sesiones finales del 21° Congreso de la central sindical oficial.

El evento coincidió con el aniversario de la clausura del XIII Congreso Obrero (1973), momento en que “el innombrable”, ante el descontento de los trabajadores luego del desastre de la llamada zafra de los 10 millones, llamara al hasta ese momento purgado Lázaro Peña –sindicalista comunista de vieja data– para que a través de su prestigio enrielara nuevamente al movimiento obrero.

Presidieron la reunión un grupo de militares dirigidos por el octogenario General de tres estrellas, Joaquín Quinta Solas, uno de los históricos de la dictadura, además de otros militares, entre ellos uno del Ministerio del Interior. Según la prensa oficial, los militares presentes rendían cuenta de la labor del ejército a los trabajadores.

La lectura del “informe” fue realizada por el General de Brigada Jorge Luis Méndez de la Fe, Jefe de la Dirección Política Central, quien abordó temas como la repoblación forestal, los trabajos realizados en el teatro de operaciones, y el servicio militar activo masculino y femenino. Además, se refirió los trabajos de mantenimiento y construcción de la técnica y el armamento, el aporte de los trabajadores a Patria, los días de la defensa y la preparación para la guerra de todo el pueblo.

El colega del diario independiente 14ymedio, Reinaldo Escobar, señala que la presencia de los militares en los plenos de la CTC se hicieron norma luego de la imposición a los trabajadores del llamado “Día de la patria”, otro de los mecanismos de extorsión del estado sobre la masa trabajadora y por el cual cada trabajador debe entregar un día de salario para “sufragar” los supuestos gastos de defensa del país. 

No es gratuito que para esta fecha Ulises Guillarte, el jefecillo de esta tribu, y supuestamente por acuerdo del Secretariado de Nacional de la CTC, entregó el “sello” Héroes del Moncada a los trabajadores de empresas militares, como la Empresa Militar Industrial (EMI) Granma, de La Habana, la EMI n. 4, Matanzas, y la Empresa Agropecuaria Militar (EAM) Habana Oeste. Se debe hacer notar que los trabajadores civiles de los cuerpos armados son controlados a través del sindicato de trabajadores de la defensa, sólidamente controlado por la Dirección General de contrainteligencia militar (DGCIM) y presidido por un coronel en retiro.

Sin embargo, la consigna fundamental de encuentro, rendir cuenta ante los trabajadores, no se percibió por ningún lugar. Pocos en Cuba saben cuál es el presupuesto de las fuerzas armadas y el Ministerio del Interior, ya que estas cifras no se manejan tampoco en la Asamblea Nacional, a no ser que estos datos sean el secreto mejor guardado de la CTC.

Por lo pronto, me sumo a los pacifistas, que creen que se deben disolver los ejércitos y en especial el cubano. En nuestra área geográfica lo hizo Costa Rica, Panamá y Haití.  Cuba pudiera ser el próximo y los trabajadores cubanos deberíamos exigirlo. | julioaleaga@gmail.com