viernes , 22 noviembre 2024
Campesinos cosechan cebollas en el municipio Alquízar de la provincia de Artemisa. (Lage AFP)

‘No tenemos recursos, no hay combustible’: campesinos cubanos ven caer en un 50% sus cosechas

En septiembre, el ministro de Economía, Alejandro Gil, dijo que el Gobierno importa «prácticamente el 100% de la canasta familiar».

(Artemisa) – La producción agrícola en Artemisa, una provincia que solía ser uno de los graneros de La Habana, ha caído en picada los últimos años. Esta situación, extendida al resto de Cuba, obliga al Gobierno a importar gran parte de la ya escuálida canasta básica, reporta la agencia AFP.

Varios expertos han alertado del riesgo de inseguridad alimentaria en la Isla. A mediados de agosto, el economista Pedro Monreal dijo en un hilo de X que «todos los casos son muy preocupantes», al referirse a los alimentos que Cuba no produce y debe importar.

Un campesino sexagenario de la provincia de Artemisa que habló con la AFP bajo condición de anonimato, dijo que sus tierras son «divinas», pero «falta fertilizante, abono y semilla» para trabajar. Este agricultor pertenece a una cooperativa que solía recibir del Gobierno todos los insumos. Ahora señaló que no tienen nada «porque no lo dan».

«Tenemos los tractores malitos, no tenemos recursos, no hay combustible, no estamos recibiendo ni aceite ni neumáticos. Hay que labrar la tierra con una yuntica de bueyes», dijo el guajiro. En cada municipio de Artemisa había un centro de acopio para almacenar los cultivos y comercializarlos, pero «ya esas bases casi no existen, no hay cómo comercializar, ni llevar las cosechas», añadió el agricultor.

En un campo cercano, Jesús, otro guajiro que lleva 40 años trabajando sus tierras, dijo que el rendimiento de la malanga, un tubérculo muy apreciado por los cubanos, ha caído a la mitad. Esta plantación «da de cuatro a seis sacos por surco, antes era el doble, pero ahora la cosecha es de suerte y verdad», explicó Jesús.

Según cifras oficiales, la producción agropecuaria en Cuba cayó un 35% entre 2019 y 2023. La fabricación de azúcar, otrora industria emblemática de Cuba, se desplomó de 816.000 toneladas en la temporada 2020-2021, a 470.000 en la zafra 2021-2022. La mayor parte del arroz y el frijol, alimentos básicos de los cubanos, está llegando del exterior.

«Tenemos una ley de soberanía alimentaria y no hay alimentos, vamos a aprobar una ley de fomento de ganadería y no tenemos ganado, y tenemos una ley de pesca (…) y no hay pescado», reconoció el propio Miguel Díaz-Canel en diciembre de 2022 ante el la Asamblea Nacional del Poder Popular.

En septiembre, el ministro de Economía, Alejandro Gil, dijo que el Gobierno importa «prácticamente el 100% de la canasta familiar», contra un 80% antes de la pandemia del coronavirus.

Etienne Labande, representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA), admitió que es real la amenaza de inseguridad alimentaria en este escenario. «Hay una escasez de alimentos producidos a nivel local y se sabe que es muy complejo importar a Cuba, entonces sí hay un riesgo», dijo Labande a la AFP.

Para Pavel Vidal, economista cubano y académico de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia, «si no apuestan a una lógica del mercado, no darán frutos» las reformas impuestas por el Gobierno.

De acuerdo con cifras oficiales, las importaciones en el primer semestre de 2023 alcanzaron los 4.368 millones de dólares, de los cuales 1.600 millones fueron para alimentos y gran parte del monto restante para adquirir petróleo. Las exportaciones cubanas solo llegaron a 1.282 millones de dólares.