Colón (DDC) – El paquetazo económico que el régimen cubano impondrá a partir de 2024 a los cubanos puede calificarse como «un ataque directo a la familia cubana», sentenció la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC),que emitió un comunicado acerca de la política de «estabilización macroeconómica» anunciada por el Gobierno la pasada semana durante la reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
De acuerdo con la organización que agrupa al movimiento sindicalista independiente de la Isla, los anuncios, hechos por el primer ministro Manuel Marrero, no abordan «las causas reales de la crisis existente en el país, ni definen de forma concreta medidas encaminadas a solucionar los males de una economía sostenida por caprichos políticos y no por las leyes económicas».
Advierte la declaración que es palpable «la desfachatez del régimen y la elite que lo aúpa», pues con sus medidas hacen «recaer todo el peso de la crisis sobre los trabajadores, emprendedores y ciudadanos todos, y, sin embargo, ‘no toca ni con el pétalo de una rosa’ al verdadero mal de males de la sociedad cubana: el régimen unipartidista y la burocracia que lo apaña».
«Si mayor emisión de dinero genera mayor inflación, la ASIC no ve cómo el actual diseño puede sacar al país de la profunda crisis en la que se encuentra. Además, el régimen no intenta, independiente de sus palabras, levantar la economía del país. Para eso debería desmontar al conglomerado monopólico GAESA, responsable de la improductividad insular», señala.
Para la organización, el Gobierno «debiera dejar de creer que la empresa estatal socialista será la solución a sus males. Si algo mantiene el déficit financiero son las empresas propiedades del Estado, la mayoría de ellas irrentables. Si quiere sacar al país de la crisis, necesita escuchar las demandas ciudadanas, sindicales y académicas exigiendo amplia libertad de inversión interna y externa».
«El aumento de las tarifas eléctricas, a los combustibles y los impuestos solo hacen recaer el peso del problema sobre los más débiles de la sociedad, quienes verán disminuida su capacidad de compra, movimiento y acumulación de riqueza», insiste.
Advierte la ASIC que los anuncios, «más que a desarrollar la nación, van dirigidos a controlar los flujos financieros en dólares que llegan al país a través de las remesas. Es un ataque directo a la familia cubana. La dolarización sectorizada de la economía solo complica más el escenario, al mantener varias monedas en la cartera de los pobres trabajadores y emprendedores cubanos».
Recuerda la declaración que el incremento de la corrupción del aparato estatal de la Isla «tiene su génesis en la sobredimensionada burocracia y la parcialidad de la justicia hacia el partido único y sus acólitos. La corrupción se enfrenta con más libertad; donde haya un funcionario empobrecido y ambicioso determinando sobre un asunto, habrá un espacio para la corrupción».
«El régimen debe reconocer que más intervención y planificación estatal en la economía sólo significa más burocracia, y a la vez más peso muerto para el Estado y la nación. Ese lastre impedirá salir de la profunda crisis en la que se encuentra nuestro país».
La ASIC señaló también las «viciadas relaciones laborales sustentadas por la inoperancia de la oficialista Central de Trabajadores de Cuba (CTC), que participa activamente en el abuso institucional convertido en una labor rutinaria dentro del sistema de partido único. Nos oponemos firmemente a la explotación de naturaleza esclavista, presente en el monopolio estatal de producción. Trabajar por un dólar, o menos, al día constituye un despropósito ética y moralmente insostenible».
«El pueblo cubano no necesita más planes de justificación, necesita solución a los problemas generados por 64 años de caprichos políticos que han dividido a la familia cubana y convertido en indigentes a los diez millones de cubanos», finaliza.
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