domingo , 24 noviembre 2024

Citan y amenazan a integrantes de asociación sindical independiente

La ASIC, en el radar de la policía política, persevera ante medidas punitivas, gracias al trabajo constante de sus miembros.

Pittsburgh (Sindical Press) – Varios integrantes de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) fueron conminados verbalmente a presentarse en la segunda estación policial, ubicada en la intersección de las calles Zanja y lealtad, del capitalino municipio de Centro Habana, en la mañana del 27 de enero.

Allí fueron advertidos por un oficial de la policía política vestido de civil que dijo llamarse Tony, quien les exigió no realizar ninguna actividad que pudiera enturbiar la celebración de la tradicional Marcha de las Antorchas, que el régimen organiza cada año en la noche del 27 para celebrar el natalicio del apóstol de la independencia de Cuba, José Martí, ocurrido el 28 de enero de 1853.

El otro motivo que determinó la acción represiva fue la conmemoración del aniversario 85 de la oficialista Central de Trabajadores de Cuba, el sindicato creado por el partido comunista en 1961 como parte de una férrea estructura de control sin compromisos reales en la defensa de los derechos, incluidos los laborales, dentro del monopolio estatal de producción del modelo socialista vigente.

Los sindicalistas convocados al tristemente célebre recinto, usado regularmente por los represores para llevar cabo sus amenazas, detenciones, en los inmundos calabozos, y otras modalidades de torturas psicológicas fueron, Ulises González Moreno, Yaquelín Dalis Caballero, Emilio Alberto Gottardi Gottardi, Luis Orlando León Randich, Nora Noa, Dayan Ortiz y Leonardo Hernández Camejo.

La cita se limitó a severas advertencias relacionadas con los eventos descritos. Lo cual demuestra el temor, cada vez más notorio, de que se produzcan agitaciones populares a raíz del descontento que prevalece a nivel nacional debido a una crisis sistémica abocada a una profundización en lo que resta del año en curso.

La ASIC se mantiene en el foco de la policía política por el trabajo sostenido de sus miembros a pesar de las medidas punitivas que intentan limitar su influencia. La muestra más elocuente de esa realidad fue el reciente encarcelamiento del trabajador por cuenta propia, Rodolfo Aparicio Alemán, actualmente en la prisión de Ariza, bajo supuestos cargos de Desacato a la autoridad que lo exponen a una condena de hasta un año.  Previo a la reclusión, el sindicalista y algunos de sus familiares, fueron objeto de un constante acoso. Algo que se repite como parte de la metodología del terrorismo de Estado que viene practicándose desde el comienzo del proceso revolucionario devenido en un implacable régimen dictatorial.