Experto analiza escalada de conflicto tras nuevos hallazgos de basura y otros desperdicios en zonas floridianas provenientes de la isla .
La Habana (Nefasto El analista, Sindical Press) – El hallazgo en un parque de Miami de varias bolsas de nailon repletas con patas de gallinas atadas con cintas rojas, cabezas de carneros degollados, blúmeres soviestkayas, preservativos Vigor fabricados en Pekín, así como abundantes cáscaras de plátanos burros, boniatos analfabetos y restos podridos de otras viandas, evidencia la escalada del diferendo Cuba-Estados Unidos.
Además, la aparición en diversas zonas estratégicas de Hialeah de colchones enchinchados, tibores sin lavar y bastidores garrapatosos de cunas para niños y pin pan pun unisex para personas de la tercera edad, denotan que se inicia una guerra sin cuartel. Según el experto en armas comunales de destrucción nociva, Armando Fetidez, el conflicto de ofensas e improperios de baja intensidad entre cubanos y autoridades de ambas orillas del estrecho de la Florida alcanza un mayor nivel.
Que, al mejor estilo norcoreano en su guerra de basura contra la parte Sur de la península de Corea, La Habana quiera renovar sus arsenales de armas de destrucción nociva arrojándolas hacia territorio enemigo en javitas de nailon –no hay globos inflables en la isla– lanzadas desde catapultas de marabú instaladas en un yate de la flota naval comandada por GAESA (Grupo de Administración Empresarial S.A), es una declaración de guerra, añadió Fetidez sobre el conflicto.
El experto, quien perdiera su pasaje de regreso en avión a la Cuba de sus amores durante unas conversaciones sobre temas migratorios celebradas entre altos funcionarios de la isla y sus pares en Washington D.C, dejó claro al gobierno de su país de residencia actual que no será fácil contrarrestar a un régimen dictatorial que muestra en cada esquina de La Habana diversos arsenales pertrechados con armas de destrucción nociva de alcance internacional.
Quienes no quieran entender el nivel de peligro que encierra enfrentar en este tipo de guerra sucia a una isla empoderada de basura, que se dé una vuelta por cualquier calle de La Habana. El más longevo y letal de todos los arsenales cubanos, por la diversidad y alcance de su poder nocivo-epidemiológico, es protegido y renovado a diario por los combatientes que integran el batallón suicida de la Gaceta Oficial de la República, ubicado en Zanja y Escobar, en Centro Habana.
Al trasiego de armas de destrucción nociva de largo alcance, como el mondongo de chivos, carneros y gallinas prietas provenientes de los constantes toques de tambor y bembé que se realizan en la zona, alertó Fetidez, habría que sumarles los restos podridos de las croquetas satelitales Prodal, el alto nivel contaminante del picadillo texturizado y la descomposición de estómago y explosión olfativa que causan la ingestión y el aroma de la jamonada para la población.
De acuerdo con el analista en Normas de Seguridad del Organismo Internacional de Olores Insufribles y Excreciones Acojonantes (OIEA), Filiberto Pestón, más conocido como “La mofeta” en el mundillo de la higiene y la epidemiología en Cuba, la falta de contenedores comunales para salvaguardar las emanaciones tóxicas y pestilentes de los basurales patrios son un peligro para la nación, pero a la vez una pesadilla mortal para los enemigos del Norte en una guerra naso-basural.
La guerra no convencional de invadir el Sur de la Florida con las toneladas de basura que engalanan La Habana, si bien tiene el propósito de higienizar la capital cubana deshaciéndose de sus arsenales de armas de destrucción nociva, no servirá de nada mientras exista el régimen que todo lo que mira, toca o despierta su atención, lo convierte en desperdicio, excremento, basura.
Nefasto El analista.