Los Teamsters afirman que CN Rail y CPKC quieren diluir las disposiciones de seguridad, una acusación que las empresas niegan.
OTTAWA (Ljunggren/Mukherjee Reuters) – El ministro de Trabajo de Canadá se reunirá el martes en Montreal y el miércoles en Calgary con las dos principales compañías ferroviarias del país y con el sindicato Teamsters para intentar evitar una paralización del transporte ferroviario que podría ser paralizante.
A menos que se alcancen acuerdos laborales, tanto Canadian National Railway (CNR.TO) como Canadian Pacific Kansas City (CP.TO) suspenderán todos los servicios ferroviarios de carga en Canadá al mismo tiempo a primera hora del jueves, algo que nunca ha ocurrido antes en la historia.
La oficina del Ministro Federal de Trabajo, Steven MacKinnon, dijo el lunes por la noche que instará a las empresas y al sindicato «a cumplir con su responsabilidad hacia los canadienses, alcanzar acuerdos en la mesa de negociaciones y prevenir una paralización total del trabajo.»
Canadá, el segundo país más grande del mundo por territorio, depende en gran medida de CN y CP para transportar granos alimenticios, fertilizantes y otras mercancías, junto con productos manufacturados como químicos y automóviles. El principal grupo empresarial del país estima que las pérdidas alcanzarían 1.000 millones de dólares canadienses (733 millones de dólares) al día si las paralizaciones ferroviarias prosiguen.
Los mediadores federales están trabajando con las empresas y el sindicato, pero los involucrados en las discusiones dicen que se ha avanzado poco. El sindicato afirma que CN Rail y CPKC quieren diluir las disposiciones de seguridad, una acusación que las empresas niegan.
MacKinnon tiene el poder de forzar a la unión y a las compañías ferroviarias a un arbitraje vinculante, pero hasta ahora ha dicho que quiere que resuelvan sus diferencias en la mesa de negociaciones.
En un comunicado del lunes, el Partido Nuevo Democrático (NDP), de inclinación izquierda, pidió al Primer Ministro Justin Trudeau que no intervenga en los conflictos laborales. El gobierno de Trudeau está sostenido por el NDP, que tradicionalmente ha contado con un sólido apoyo sindical.
Las conversaciones laborales comenzaron a principios de este año, pero el progreso ha sido lento, con ambos lados acusándose mutuamente de mala fe.
CN Rail y CPKC ya han dejado de aceptar envíos de mercancías peligrosas y han comenzado a cerrar operaciones de manera escalonada en Canadá.
Maersk dijo el lunes que dejaría de aceptar algunos envíos con destino a Canadá.
Por separado, el transitario estadounidense C.H. Robinson (CHRW.O) dijo el lunes que está desviando algunos de los cargamentos de sus clientes en EE. UU. desde los puertos canadienses debido a la amenaza de una huelga ferroviaria.
«Que ambas compañías ferroviarias estén fuera de servicio simultáneamente paralizaría los puertos y pondría presión inmediata sobre el transporte por camión,» dijo la compañía.
Canadá es un importante productor agrícola, y los agricultores comenzarán a cosechar en agosto y septiembre.
Quorum Corp, que monitorea el manejo y transporte de granos, dijo que los volúmenes diarios a principios de septiembre aumentarían a 138,000 toneladas métricas con un valor de alrededor de 75 millones de dólares canadienses.
«Después de un período de tiempo, se perderán ventas y el valor del grano canadiense disminuirá… la mayor preocupación es una mayor degradación de la fiabilidad de Canadá como proveedor, que ya está sufriendo debido a las interrupciones laborales pasadas,» dijo Mark Hemmes, presidente de Quorum, en un comunicado enviado por correo electrónico.
Los contenedores refrigerados con carne y algunos productos altamente perecederos son de particular preocupación porque los retrasos probablemente significarían deterioro. Los remitentes de tales artículos ya han comenzado a retener contenedores, dijo Peter Friedmann, director ejecutivo de la Coalición de Transporte Agrícola.
En un comunicado, la Junta de Comercio del Gran Vancouver advirtió que una paralización total aumentaría los precios y agravaría una crisis de asequibilidad en el país.
«Cada aspecto de la vida diaria se vería afectado mientras nuestra economía nacional se detiene,» dijo.