La Habana (Sindical Press) – El doctor Carlos Lima, natural de Holguín, abandonó la brigada médica en Venezuela, en 2003, hastiado de las dificultades que enfrentaba en la isla. El salario que recibía no le alcanzaba para vivir y las condiciones de trabajo eran insostenibles.
“Cuba ha perdido muchos médicos a causa de las dificultades existentes. Las brigadas que son enviadas fuera del país son un trampolín para escapar de ese infierno”, afirmó el galeno. “Por eso los médicos se esfuerzan por enrolarse en alguna de ellas. Los que no tienen esa oportunidad, optan por renunciar para dedicarse a otras labores, sin nada que ver con la medicina. Siempre van a ganar más dinero”, añadió.
En una de las Mipyme, radicada en la localidad de Santa Fe, en La Habana, llamada Los Cristianos, la doctora María Elena Sosa Villalta, es quien atiende a los clientes. Su esposo, el médico intensivista Gelasio Prats, se desempeña como mensajero y en ocasiones como custodio. Ambos profesionales abandonaron sus carreras con la finalidad de elevar su poder adquisitivo y así aliviar los impactos de la severa crisis económica que afecta el país.
“Yo hacía guardias en el policlínico en días alternos”, aseveró María Elena, “además atendía el consultorio médico El Roble y cubría, un día a la semana, en el hospital nacional. Todo eso por 5600 pesos. Un monto con el que, con los precios actuales. solo puedo comprar un paquete de 30 huevos y un litro de aceite. Aquí gano a veces el doble de esa cantidad, en una semana”, dijo señalando ambos productos colocados en uno de los estantes.
“Los médicos se están yendo continuamente de hospitales y policlínicas. Muchos de los que se ganan la vida como choferes de taxi se graduaron de alguna especialidad médica. Aquí lo importante es sobrevivir a como dé lugar. Mi sueño de niño fue graduarme de médico. Eso cambió de manera radical. Ahora, la prioridad es conseguir los recursos para mantener a mi familia y arreglar la casa”, alegó su esposo.
El debate sobre los salarios de los médicos cubanos ha cobrado una nueva dimensión, tras las recientes declaraciones del doctor Ernesto Cordoví, defensor, durante años, del sistema de salud pública cubano y que ahora centra su atención en la pérdida de más de 99 000 galenos por causa de los pésimos sueldos y las pésimas condiciones de trabajo en hospitales, consultorios médicos y policlínicos.
Estas alusiones provocaron un acalorado debate en las redes en relación al sueldo que debería recibir un médico para vivir dignamente. El doctor Ginarte Suárez, de Santiago de Cuba, comentó en un post:
“Trabajo como un perro todo el mes por un salario de 5800 pesos, mientras un chofer de taxi puede ganar hasta 28 000 pesos en un solo día. Indignante que, para los dirigentes de este país, el malestar de los trabajadores de la salud no son una prioridad……”.
Asimismo, la doctora, Magdemi Surí Suarez, de La Habana, también resaltó la disparidad salarial entre los médicos y las personas que se ganan la vida en otros empleos.
“Vemos como los dependientes de las Mipymes, los carretilleros que venden productos del agro o cualquier particular que pone una mesa y revende productos variados, gana muchas veces más que los profesionales de la salud que nos quemamos las pestañas en la universidad…”, reflexionó.
Por su parte, Yaisnel Almaguer Licea, expresó su frustración, destacando que los 6000 pesos que perciben los médicos que trabajan en los hospitales, no son suficientes para cubrir las necesidades básicas de sus familias.
“La situación es insostenible y los médicos cubanos estamos alzando la voz. Ahora la pregunta del millón es, si el gobierno responderá a nuestras demandas o hará oídos sordos, frente a un éxodo que no se detiene”, añadió.