jueves , 31 octubre 2024
Una mujer trabaja en un restaurante durante un apagón en La Habana el 17 de octubre de 2024. (Reuters/Perez)

Emergencia nacional, un duro golpe contra las gestiones laborales no estatales

Mipymes consideradas de alto consumo, redujeron sus actividades, dejando a numerosos trabajadores sin empleo y afectando la economía local considerablemente.

La Habana (Sindical Press) – Bajo el pretexto de la limitada producción de energía eléctrica y el subsiguiente anuncio de una emergencia a nivel nacional debido a la severa crisis en el estratégico sector, el gobierno dictó nuevas medidas de ahorro, entre las que destacaron el cierre de los establecimientos con un alto consumo de corriente tales como discotecas, centros nocturnos y de entretenimiento del sector no estatal.

Como parte de la iniciativa, decenas de mipymes señaladas como altamente consumidoras tuvieron que limitar sus actividades por lo cual un número considerable de trabajadores quedaron sin empleo.

Luis Machado, residente en la localidad costera de Jaimanitas, al oeste de la capital, fue uno de los afectados.

Al decretarse la medida, se desempeñaba como custodio del centro nocturno conocido como El VIP, ubicado en el poblado de Santa Fe y con mucha afluencia de jóvenes. Luis tiene dos hijos menores de edad y una esposa embrazada. Cuenta que le iba muy bien en su trabajo hasta que se anunciaron las restricciones.

“En El VIP cobraba buen dinero, más las propinas de los clientes. Para mí este cierre es el verdadero apagón. Los pocos lugares para el esparcimiento que hay en Santa Fe fueron clausurados hasta nuevo aviso”, señaló antes de expresar sus dudas sobre la reapertura del negocio. “Dicen que volverá a abrir cuando todo se normalice, pero lo dudo”.

Otro que perdió su empleo fue Dionisio, de 58 años, maestro de cocina del paladar Gustavito, en Santa Fe. Después de 72 horas sin corriente eléctrica y tras conocer la notificación del gobierno sobre la clausura de los centros que no se consideraban “prioritarios”, los dueños cerraron el local, pagaron a los trabajadores y los despidieron hasta nuevo aviso.

“La familia de Gustavito presume lo peor. No solo desmantelaron todo, sino que pusieron en venta el negocio”, alegó.

El centro nocturno El Framboyán, ubicado en la esquina de las calles Tercera y 300, de la misma localidad, se incluye entre las entidades afectadas. Fue construido en el patio de una vivienda y cuenta con un sugestivo inmobiliario, logrado por el tesón de sus dueños y una notable inversión de recursos. Desafortunadamente, los doce trabajadores quedaron sin empleo, y los propietarios enfrentan incertidumbre al desconocer cuándo podrán reanudar sus actividades.

Es oportuno recordar el duro golpe para las gestiones laborales autónomas con la implementación de un paquete de medidas aprobado en julio de este año e implementado en septiembre, que afectó de manera muy negativa a las mipymes, el trabajo por cuenta propia y las cooperativas no agropecuarias.

Ahora, con la emergencia electro energética llegan nuevos cierres y limitaciones como señales inequívocas del peligroso aceleramiento de la crisis socioeconómica, cuyas incidencias se reflejan en todo el país.