Donald Trump ha sido electo presidente. América es una nación democrática y los votantes hablaron.
La AFL-CIO acepta el resultado de las elecciones y ofrece sus felicitaciones al Presidente Electo Trump.
Más que todo, esta elección es una condena a los hábitos de la política tradicional.
Por demasiado tiempo las élites políticas han adoptado políticas económicas que erosionan los salarios, incrementan la desigualdad, disminuyen las oportunidades y se llevan los puestos de trabajo americanos al extranjero. Los votantes, tanto en las primarias como en las elecciones generales, han dado un claro mensaje: Basta.
El Presidente Electo hizo promesas en su campaña sobre comercio, sobre restaurar la industria de manufactura, sobre revivir nuestras comunidades. Trabajaremos para hacer que esas promesas se hagan realidad. Si el está dispuesto a trabajar con nosotros, manteniendo nuestros principios, estamos listos para trabajar con él.
Pero que no haya equivocación, nosotros nunca podemos abandonar nuestros valores. La presencia del racismo, la misoginia y los llamados anti-inmigrantes causaron daños en esta campaña, los que debemos todos tratar de reparar con inclusión, decencia y honestidad.
En la medida que avanzamos, el movimiento sindical está comprometido con la defensa de la democracia americana. En definitiva, el deber fundamental del Presidente de los Estados Unidos, simbolizado por su juramento a defender nuestra Constitución, es preservar la democracia y las instituciones que la hacen posible.
Esperamos poder trabajar con el Presidente electo Trump en el cumplimiento de esta solemne responsabilidad. De cualquier manera, el movimiento laboral americano protegerá nuestra democracia y amparará nuestra gente más vulnerable.
Esta elección es una declaración sobre la fractura de nuestras normas económicas y políticas. Por consiguiente, el trabajo del movimiento laboral continúa con renovada urgencia. Los cambios que pidieron a gritos los votantes en esta campaña pueden lograrse manteniéndonos unidos en los sindicatos.
Las elecciones ya pasaron. Pero estamos más comprometidos que nunca a ayudar a que los trabajadores ganen una voz en sus empleos y en nuestra democracia.
Nunca dejaremos de esforzarnos por representar a todos, luchando por la fundamental dignidad humana, expandiendo nuestra diversidad y aumentando nuestras filas para dar a los trabajadores una voz fuerte y unida.