El GIRSCC y la ASIC condenan recepción de la AFL-CIO a funcionario del gobierno y alto dirigente de la CTC
DDC | Miami – El Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba (GIRSCC) y la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) condenaron la acogida que ofreciera la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) a un alto dirigente de la CTC, único sindicato legal en la Isla bajo control del Gobierno.
«Le dirigimos la presente comunicación con el fin de expresarle nuestra decepción y sorpresa al constatar que el dirigente comunista cubano Víctor Lemagne Sánchez fue cordialmente recibido en la sede central de la AFL-CIO por el vicepresidente ejecutivo de esa federación, Tefere Gebre, y la directora internacional, Cathy Fiengold, el pasado 10 de julio de 2017», señalaron en una misiva.
«Una visita que, hasta esa fecha, era a todas luces marginal y confinada a una serie de grupos de reconocida tendencia comunista y pro régimen, sin ninguna relevancia en la vida sindical y política de los EEUU, fue institucionalizada y realzada por la reunión sostenida en la AFL-CIO en Washington», lamentaron.
En opinión de ambas organizaciones «se le concedió así a esta maniobra propagandística una relevancia inmerecida e injusta».
«Estamos seguros no representa el sentimiento mayoritario de los trabajadores estadounidenses y sus organizaciones, ni los tradicionales principios de libertad, autonomía e independencia sindical que siempre han guiado a la AFL-CIO», declararon.
«Como bien es de su conocimiento, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) es unos de los brazos operativos más importantes del Gobierno y el Partido Comunista de Cuba. La relación de la CTC con el partido único es orgánica y subordinada. Es decir, es un instrumento de un Estado opresor que viola sistemáticamente los más básicos y fundamentales derechos humanos y laborales del pueblo y los trabajadores cubanos», recordaron.
Para el GIRSCC y la ASIC, «Víctor Lemagne Sánchez es un funcionario de ese régimen. En consecuencia, la AFL-CIO no recibió a un líder sindical, sino a un opresor co-protagónico de las violaciones más abiertas a los derechos fundamentales de los asalariados cubanos».
«Deseamos pensar que este evento se debió a una política de puertas abiertas de la AFL-CIO, y no de un acto deliberado del Departamento Internacional y su directora en apoyo a la dictadura castrista», añaden.
Los firmantes de la misiva —Joel Brito, director del GIRSCC, e Iván Hernández Carrillo, secretario general de la ASIC— puntualizaron que Lemagne Sánchez, además de ser miembro de la Asamblea Nacional del Poder Popular, es el secretario general del oficialista Sindicato Nacional de Trabajadores de Hotelería y Turismo (SNTHT), «instrumento que organiza a los trabajadores de la industria de hoteles y turismo de manera obligatoria y compulsiva».
«Esta industria, la de mayor participación de capital extranjero y mayor fuente perceptora de divisas, se caracteriza por relaciones laborales discriminatorias, opresivas y de acoso político y racial. El Convenio 111 sobre la discriminación (empleo y ocupación) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) –convenio considerado fundamental– es violado en todas sus partes y espíritu, abierta y cotidianamente», denunciaron.
En tal sentido, mencionaron que «algunos empleos se vinculan a la raza del trabajador aspirante y se selecciona, y supervisa a los trabajadores bajo estrictos y sectarios criterios políticos de fidelidad al régimen».
«Draconianos reglamentos disciplinarios son impuestos para regular las relaciones y los contactos que los trabajadores puedan tener con los turistas extranjeros. Se vigila desde la más insignificante conversación hasta la aceptación de cualquier regalo, propina o reconocimiento del turista a un trabajador, se castigan estas acciones con advertencias, retenciones ilegales de salarios, suspensiones, despidos e incluso la cárcel», añadieron.
En la carta, la ASIC precisó que «dispone de numerosos casos documentados de estas ignominiosas violaciones», y los ofrecen hacer llegar a la AFL-CIO.
«Tenemos que afirmar, fraternal pero firmemente, que esta reunión realizada el pasado 10 de julio en la sede de la AFL-CIO constituyó un verdadero portazo en la cara de todos los activistas que luchan por la libertad sindical, la justicia social y la democracia en Cuba, y los cuales cifran muchas de sus esperanzas en la solidaridad internacional que puedan ejercer organizaciones sindicales libres y democráticas como la que usted preside», escribieron a Richard Trumka.
Por último, se mostraron preocupados «enormemente» porque «eventos como el referido obstruyan el apoyo que aspiramos y necesitamos con urgencia de la AFL-CIO para la Queja presentada por la ASIC ante el Comité de Libertad Sindical de la OIT (caso No. 3271), sobre las violaciones al Convenio 87 cometidas por el Gobierno cubano.
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