viernes , 22 noviembre 2024
Iván Hernández Carrillo, secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba.

Zarpazos contra el movimiento sindical independiente

El reciente asalto a la vivienda de Iván Hernández Carrillo, secretario general de la ASIC, muestra el miedo del régimen

La Habana, Cuba | Reinaldo Emilio Cosano Alén – Las tres centrales sindicales no gubernamentales más importantes de la isla decidieron integrarse en la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) a fines del pasado año y crece la labor sindical no controlada por la oficialista Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en tanto aumenta su reconocimiento por importantes gremios del exterior.

Consecuentemente se acrecientan los zarpazos del régimen contra la ASIC.

Entre otros, Daniel Perea García, delegado de la ASIC en la provincia Santiago de Cuba, en julio estuvo preso cuatro días y su vivienda fue allanada. Parecido ocurrió a Geobanys Izaguirre Hernández, también de esa provincia al que impusieron 1500 pesos de multa, acusado por falsos delitos de propaganda enemiga y comercio ilícito. Liván Monteagudo Rivero, delegado de la ASIC de la provincia Las Tunas fue citado a una estación de policía donde recibió amenazas para que cese en su labor sindical. También Carlos Reyes Consuegra, delegado de ASIC en la provincia Cienfuegos, fue detenido y coaccionado en varias ocasiones para que cese su labor sindical.

Más reciente, la policía política asaltó la vivienda de Iván Hernández Carrillo y su madre, la Dama de Blanco Asunción Carrillo, en calle Mesa No.32, entre San José y Concha, Colón, provincia Matanzas, donde radica la sede de la ASIC.

Hernández Carrillo, secretario general de la ASIC accedió a ser entrevistado sobre el exceso autoritario.

Aunque parezca irónica la pregunta, ¿cómo se siente después del mal rato por la irrupción policial en su vivienda del pasado viernes?

Perfecto, más fuerte que nunca, que antes del asalto a mi vivienda, más decidido a luchar.

¿Cómo ocurrió?

La tarde anterior algunos vecinos nos advirtieron que había gente extraña en las esquinas, que parecían “segurosos” (agentes de la Seguridad del Estado). Charles y Roberto López Ramos, directivos del Colegio de Pedagogos Independiente de Cuba, afiliado a la ASIC, estaban en un despacho de trabajo conmigo. Se marcharon, les advertimos que tuvieran cuidado en la calle, pero a los pocos minutos, a unos 60 metros agentes de la policía política los detienen y se los llevan. Pensamos que el objetivo del operativo militar era detenerlos. Pero al amanecer, alrededor de las 5 y 30 nos despiertan unos golpes muy fuertes en la puerta. Ordenan abrir. Mi mamá responde que esperen, que íbamos a asearnos, pero como si nada, de inmediato rompen la puerta a golpes, entran y comienzan un registro minucioso. Dijeron que buscaban propaganda subversiva.

¿Cuántos efectivos participaron?

Fue un operativo desmedido. Participaron unos veinte agentes de la Seguridad del Estado (DSE) y otros cincuenta policías, algunos apostados con perros con bozal en las esquinas. Cortaron el tránsito de vehículos y personas, solo permitido a residentes de esa cuadra. Peor que cuando me detuvieron en la Primavera Negra de 2003 (Iván Hernández Carrillo, en libertad condicional, fue procesado en la conocida Causa de los 75 y condenado a veinticinco años de prisión).

¿Tenían Orden de Registro?

Sí, pero ¿y qué? De todos modos harían el registro. Revisaron todo, ¡todo!, minuciosamente: la cisterna de agua potable, la fosa para albañales, techo, patio, habitaciones, hasta una tanqueta con sancocho para puerco. Y se llevaron mi biblioteca copiosa de libros y revistas y hasta las Obras Completas de José Martí. Arrasaron con todo: teléfono móvil, un fax en desuso, una impresora y un quemador de disco roto, el televisor, dos radios chinos pequeños de onda corta, dos memorias flash, las condecoraciones otorgadas a mí: la placa Premio a la Libertad “Pedro Luis Boitel” de 2009 y el Diploma al Sindicalismo Independiente, además de ropas personales. El registro duró diez horas. No dejaron Acta de Ocupación. Al rato de comenzar el registro y requisa, nos ponen a mi mamá y a mí contra la pared, esposados. Un oficial me viró la mano. Nos llevaron detenidos a la estación de policía, mientras el registro continúa sin nuestra presencia. A las 6 y 15 de la tarde nos ponen en libertad, previa imposición de respectivas multas de treinta pesos por desorden público. Al frente del operativo estaban el oficial Nelson, del DSE y el capitán Ochoa, de la Policía Nacional. Ninguno llevaba chapilla de identidad en la camisa.

Según su opinión, ¿qué motivó el registro y ocupación de bienes?

El régimen está en situación difícil, interna y externamente y se percata que el sindicalismo independiente se consolida, crece, se extiende por la isla y denunciamos muchas violaciones del derecho laboral por el régimen y tratan de frenarlo por la fuerza. Pero tengamos presentes que la represión es contra toda oposición en conjunto, no solo contra la ASIC, y está claro que aumenta a medida que se acerca las elecciones —más bien votaciones— de candidatos del régimen como delegados al Poder Popular. Tratan de impedir las propuestas de candidatos independientes. Hay grupos de la sociedad civil que trabajan en llevar candidatos no oficialistas a las próximas elecciones generales, entre estos CubaDecide, representada por Rosa María Payá, hija del opositor Oswaldo Payá, muerto en extraño accidente automovilístico, a la que hemos acompañado y apoyado en diferentes actividades en sus visitas a Cuba, porque las acciones contra el régimen se entrelazan y el sindicalismo independiente no da las espaldas a esas propuestas cívicas, que tanto parece molestar al régimen, como queda demostrado con la filtración de días pasados de las palabras del vicepresidente Miguel Díaz-Canel sobre la estrategia del régimen de desacreditar a los más de un centenar de candidatos “contrarrevolucionarios” (opositores) que aspiran a ser electos. Se acercan momentos trascendentales, difíciles para el régimen en los planos internos y externos. Se nota ese temor con su accionar represivo en aumento, pero estamos seguros que no lograrán detener el desarrollo de la oposición, de la ASIC, del movimiento sindical independiente.