Miami – Congresistas cubanoamericanos celebraron este miércoles las restricciones impulsadas por el Gobierno del presidente Donald Trump con relación a Cuba, pero se mostraron «decepcionados» y cuestionaron su total efectividad.
EEUU anunció este miércoles que aplicará desde este jueves las reformas anunciadas en junio con respecto a la política de Washington hacia el régimen, que incluyen prohibir las transacciones con ciertas entidades militares de la Isla, entre ellas hoteles bajo su control, y limitaciones de viaje para los estadounidenses.
El representante a la Cámara por Florida Mario Díaz-Balart señaló que espera que se implemente por completo el endurecimiento de las sanciones y la prohibición de las transacciones financieras de empresas estadounidenses con el Ejército cubano anunciadas por Trump en junio pasado.
El republicano se mostró «decepcionado» porque a su juicio las regulaciones no implementan «completamente» lo que el presidente Trump ordenó.
En el mismo sentido se pronunció la representante a la Cámara de Representantes por Florida Ileana Ros-Lehtinen, quien dijo que era un «paso adelante positivo, pero que deja aún mucho que desear».
El Departamento del Tesoro publicó este miércoles las nuevas regulaciones para los viajes y el comercio con Cuba que forman parte de la promesa de Trump de congelar la normalización de las relaciones bilaterales emprendida por su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama.
«En Cuba, todos los negocios privados permanecen bajo el control completo del régimen cubano, particularmente los militares, con sus beneficios fluyendo directamente al liderazgo político y militar de los Castro», criticó por su parte del senador por Nueva Jersey Bob Menéndez.
Para el demócrata, los cambios son «un paso adelante para evitar que el régimen, y su vasta red de control sobre la economía, se enriquezca aún más a costa del pueblo cubano al que continúa reprimiendo y explotando».
Sin embargo, cuestionó su «efectividad» al considerar que se va a «permitir que ciertas empresas con conexiones existentes con el régimen cubano sean apadrinadas y exentas».
«Está claro que las personas dentro de la burocracia que apoyan la política cubana de la administración anterior siguen socavando al presidente Trump», aseguró el republicano Díaz-Balart.
Más declaraciones
Marco Rubio, senador republicano por Florida:
«Los cambios regulatorios anunciados hoy por el Departamento del Tesoro y Comercio comienzan a implementar la política del presidente Trump de junio de 2017 para hacer cumplir las leyes de sanciones de Estados Unidos contra el régimen de Castro».
«Desafortunadamente, sin embargo, que los burócratas en el Departamento de Estado que se oponen a la política del presidente se negaron a implementarlo completamente cuando omitieron de la Lista Restringida varias entidades y subentidades que son controladas o actúan en nombre de los servicios militares, de inteligencia o de seguridad cubanos. Estos incluyen a Gran Caribe Hotel Group y Cubanacan. Sigo confiando en que este esfuerzo de algunos en el Departamento de Estado para socavar la directiva del Presidente será abordado».
Patrick Leahy, senador democráta por Vermont:
«Estas nuevas regulaciones son una reminiscencia de la Guerra Fría y lo que uno esperaría de un gobierno totalitario paranoico, no de una democracia como la nuestra».
«La hipocresía de los ideólogos de la Casa Blanca es evidente. Es impresionante en un día en que el presidente Trump y miembros de su gabinete son agasajados en Pekín por el Gobierno comunista nuclear más represivo del mundo (…), su Departamento del Tesoro libera restricciones onerosas y mezquinas sobre lo que los ciudadanos estadounidenses privados pueden hacer en Cuba, un vecino empobrecido que no representa la menor amenaza para EEUU».
«Lejos de promover los derechos humanos en Cuba, estas nuevas regulaciones perjudicarán a los empresarios en ciernes y al resto del pueblo cubano al desalentar a los estadounidenses de viajar allí».