El propósito del viaje de los activistas era recibir un curso de capacitación relacionado con las Normas Internacionales del Trabajo
Marcelo Álvarez Marcelo Álvarez | VILLA CLARA, Cuba. – Tres sindicalistas, pertenecientes a la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), fueron impedidos de viajar a Colombia en la tarde de este domingo en el aeropuerto internacional José Martí, de La Habana, cuando se dirigían a Colombia para participar en un curso de preparación, denunció Iván Hernández Carrillo, Secretario General de la organización.
A través de su perfil en la red social Facebook, Hernández Carrillo agregó que los activistas Yolsdán Armenteros Vásquez, Ismael Castro Valentín y Carlos Javier Gómez Guevara fueron comunicados por un oficial de inmigración, minutos antes de su salida, que estaban regulados, una desesperada maniobra que impone la Seguridad de Estado cubano para prohibir a toda costa la participación de activistas, periodistas y opositores del régimen en diversos certámenes internacionales
El propósito del viaje a Bogotá de los sindicalistas independientes era recibir un curso de capacitación relacionado con las Normas Internacionales del Trabajo y tendría una duración de dos semanas. El secretario general culpó al “régimen despótico de Díaz-Canel y Raúl Castro” por la arbitraria medida, violatoria de los más básicos derechos humanos.
Para ejecutar tal acción, la dictadura cubana se ampara en algunos incisos del artículo 25 de la nueva regulación migratoria que vedan la salida “por motivos de interés público o de seguridad nacional”, una prohibición que puede ser temporal o que puede extender por varios meses, incluso años.
Hernández Carrillo reveló que dos de los activistas, Armenteros Vásquez y Gómez Guevara, fueron citados también en la tarde del domingo por la policía política a la tercera Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Santa Clara para ser interrogados.
En Cuba no está permitida la libertad de asociación, por lo que la ASIC es considerada una institución ilegal y carece de todo reconocimiento por el régimen comunista. Solo la oficialista Central de Trabajadores de Cuba (CTC), creada en 1961, es la única organización autorizada para “velar los derechos laborales de los cubanos”. Sin embargo, la mayoría de los trabajadores no se sienten identificados con la CTC y solo la ven como una institución que legitima los intereses de la cúpula estatal por encima de los del pueblo.