En Cuba, el sindicato único toma como labor “preparar” a sus afiliados para aceptar los designios del poder que representa
La Habana, Cuba | Cuba Sindical Press – Son varias las aristas de la Tarea Ordenamiento que reportan perjuicios para los trabajadores cubanos. En este artículo nos vamos a referir principalmente a tres de ellas.
En primer término, tenemos la inmovilista posición de las autoridades de dejar sin protección salarial a aquellos trabajadores que no habían aceptado la propuesta de reubicación laboral durante la etapa pico del coronavirus. Ante la subida de precios que se anuncia a partir del 1ro. de enero, estos trabajadores difícilmente podrán adquirir la denominada “canasta básica” y acceder a otros consumos imprescindibles para la vida.
En lo concerniente a la contribución a la seguridad social, se ha incrementado el número de trabajadores que deberán efectuar ese pago. Antes del “ordenamiento” únicamente pagaban la seguridad social los empleados del sector presupuestado, quienes habían sido favorecidos por un incremento salarial. Los que percibían menos de 500 pesos pagaban el 2,5% de su salario mensual, mientras que los que ganaban más de 500 contribuirán con el 5%. Ahora se extiende el pago de la seguridad social a todos los trabajadores del país, con una contribución del 5% del salario mensual. Este pago incluye, incluso, a aquellos trabajadores que pasan a devengar el salario mínimo contemplado en la nueva escala.
Algo parecido sucede con el impuesto sobre los ingresos personales de los trabajadores, el cual se gravaba —un 3% del salario— solo a los trabajadores del sector presupuestado percibiendo salarios por encima de 2500 pesos mensuales. Ahora, la inmensa mayoría de los trabajadores del país —22 de los 32 tramos comprendidos en la nueva escala salarial— deberán pagar impuesto por sus ingresos personales. Los trabajadores que perciban más de 3260 pesos mensuales pagarán el 3% de su salario, mientras que aquellos que ganen más de 9510 pesos mensuales serán gravados con el 5% del salario.
Se trata, sin dudas, de medidas que afectarán el poder adquisitivo de los trabajadores. En cualquier otro lugar del mundo —exceptuando, por supuesto, a aquellos países que también padecen de regímenes totalitarios— se producirían protestas alentadas por los sindicatos.
Sin embargo, aquí en Cuba los sindicatos oficialistas bajarán la cabeza para acatar todo lo que provenga “de arriba”. Un artículo aparecido en el periódico oficialista Trabajadores, titulado “Año 2021: aceptamos el reto” (edición del lunes 21 de diciembre) constituye una muestra de lo antes expuesto.
El trabajo periodístico hace un recuento de la difícil situación que deberán afrontar los trabajadores —y toda la población— en el contexto de las medidas adoptadas con la Tarea Ordenamiento. ¿Y cuál es la posición que adoptará el movimiento sindical ante semejante estado de cosas?
El último párrafo del artículo nos brinda la respuesta: “Corresponde a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y sus sindicatos preparar a los trabajadores para enfrentar un año que se avizora intenso y retador”.
Ahí está la clave. La palabra “preparar” significa aceptar lo que disponga el gobierno. Es algo así como brindarles a los trabajadores un consuelo espiritual ante lo que se les viene encima, muy parecido a la extremaunción que reciben los condenados a muerte. Nada de protestas ni rebeldías.
Bueno, ¿y qué ha dicho de todo esto el “combativo” mandamás de la CTC, Ulises Guilarte de Nacimiento? Pues, como era de esperar, ni media palabra que vaya en contra de las decisiones adoptadas por la cúpula del poder. No hay que olvidar que en abril próximo se celebrará el VIII Congreso del Partido Comunista, y Guilarte de Nacimiento aspira a conservar su posición como miembro del Buró Político de esa organización. Por supuesto que eso vale más para él que la defensa de los intereses de los trabajadores.