domingo , 24 noviembre 2024
El Hotel Saratoga tras la explosión (14ymedio).

Explosión en el Hotel Saratoga, otro accidente laboral

La Habana, Cuba (Cuba Sindical) – El apocalíptico fin de la Feria Internacional del Turismo (mayo 2-7), con el derrumbe del céntrico hotel cinco estrellas Saratoga, no solo pone en vilo el esfuerzo del gobierno para potenciar el turismo –la noche anterior el Ministro de Turismo Juan García afirmaba que Cuba “avanza hoy hacia la recuperación del sector, como demuestran las cifras en lo que va de año”– sino que además pone en entredicho las medidas de seguridad para proteger a la población, los turistas y especialmente a los trabajadores, como evidencia el alto nivel de accidentalidad laboral en la Isla.

La explosión registrada a las 10.45 de la mañana en un núcleo del trasporte urbano, a pocos metros del Gran Teatro Martí, la Fuente de la India Habana, el populoso Parque de la Fraternidad, Capitolio Nacional y el Parque Central, alarmó a la ciudadanía y las autoridades. Según informaciones preliminares, la explosión se debió a un escape de gas en las tuberías conductoras durante una operación de descarga de combustible.

Las últimas cifras existentes revelan que en 2020 ocurrieron 1 460 accidentes, con 1 469 lesionados y 79 fallecidos.  En esa fecha Ángel San Martín Dupoté, jefe del Departamento de Seguridad y Salud en el Trabajo, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, dijo que el 54% de los accidentes se debía a responsabilidad de los trabajadores.

En una entrevista de Mario Vallejo de Univisión TV23 a Leonardo Suárez, un joven ex miembro del cuerpo elite de los bomberos cubanos Rescate y Salvamento, y residente hoy en la Florida, se supo que los edificios cubanos están fuera de “código”, y no existe una inspección apropiada a estos inmuebles de más de 100 años.

“Puede ser que en La Habana haya uno o dos inspectores de bomberos para toda una ciudad con muchos edificios viejos, y donde los códigos de evaluación de riesgos no son rigurosos como en Estados Unidos”, explicó Suárez, “y no hay una personal o equipos apropiados para cubrir una demanda de accidentes como los derrumbes. Los bomberos en su mayoría son reclutas, del servicio militar, y esta profesión requiere una amplia inversión de tiempo, equipos y preparación”.

Sobre el tema de los accidentes laborales, la Organización Internacional del Trabajo estima que producen más de un millón de muertos al año y cientos de millones de trabajadores son víctimas de accidentes en el lugar de trabajo y de exposición profesional a substancias peligrosas a través del mundo.

Iván Hernández Carrillo, secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), señaló con motivo de la explosión que los accidentes laborales en la Isla tienen varios orígenes. Ante todo, la falta de percepción de riesgo por parte de los trabajadores debido al escaso entrenamiento, la incapacidad de las autoridades en las empresas y el gobierno para invertir en la protección de los trabajadores y las medidas de seguridad, incluyendo elementos protectores para los trabajadores, como guantes, cascos, ropa adecuada, etc., pero también el robo de fondos destinados a mejorar las medidas de seguridad.

Iván Hernández agregó que esta devastadora tragedia hará resurgir polémicas como la seguridad laboral, las endémicas negligencias y la corrupción que afecta a la industria turística, asociada al desvío de recurso que impide la tenencia de equipos y piezas necesarias para la modernización o correcta reparación, la falta de mantenimiento preventivo a equipos y maquinaria, falta de condiciones en los dispositivos de seguridad y malos procedimientos de trabajo. “Estoy seguro que hubo una violación de las normas de seguridad en el trabajo. Nadie debe morir a consecuencia de su trabajo”, concluyó.

Llama la atención el silencio cauteloso del ministro de Turismo Juan García y el secretario general del Sindicato del Turismo y la Hotelería, Julio Enrique Morales Vera tras la tragedia.

El Hotel Saratoga es uno de los operados por la cadena Gaviota, y se preparaba para reabrir el próximo 10 de mayo luego de dos años cerrado por el virus chino.

Falta por conocer quién es Gregorio Palacios, quien aparece como propietario del edificio ahora destruido. Y cómo será presentado este caso ante la justicia. aleagapesant@gmail.com