sábado , 23 noviembre 2024
El secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba, Iván Hernández Carrillo, durante su exposición para el Foro Regional de Análisis y Solidaridad con la Realidad de los Trabajadores Cubanos.

Nace el Comité de Apoyo Internacional a la Asociación Sindical Independiente de Cuba

 “Se continúan violando, de manera permanente, los convenios de la OIT en materia de negociación colectiva y libre sindicación”, ASIC

(Yolanda Huerga/Radio TV Marti) – En San José de Costa Rica nació este jueves en un foro la Coalición Internacional de Apoyo a los Trabajadores Cubanos y el Comité de Apoyo Internacional a la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC).

En el encuentro «Análisis y Solidaridad con la Realidad de los Trabajadores Cubanos» participaron, desde la Isla, más de una decena de sindicalistas independientes, entre ellos el secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba, Iván Hernández Carrillo.

“Los cubanos nos sentimos asfixiados por la existencia de un cruento mecanismo de control estatal sobre nuestras vidas. Parte de ese control va dirigida a los trabajadores, quienes tienen que estar de acuerdo con la política del régimen si quieren conservar su empleo. El régimen es el principal empleador del país, aproximadamente el 70% de los trabajos disponibles están en el sector estatal”, precisó Hernández Carrillo desde la provincia de Matanzas.

“El régimen también controla el sector privado, sobre el que pesan serias regulaciones”, indicó el activista.

Asimismo, se refirió a la única entidad sindical aceptada por el gobierno cubano, la Central de Trabajadores de Cuba [CTC], «que no representa los intereses de los trabajadores».

“Si las autoridades de la Isla quieren afirmar que tienen un compromiso real de cambiar, deben revisar todas las leyes penales que son contrarias a las normas internacionales del trabajo y poner fin a los despidos por opiniones y al hostigamiento contra trabajadores críticos y sindicalistas independientes”, recalcó el sindicalista y añadió:

“Se continúan violando, de manera permanente, los convenios de la Organización Internacional del Trabajo [OIT] en materia de negociación colectiva y libre sindicación».

Durante su alocución, el líder sindical recordó las históricas protestas del 11 y 12 de julio de 2021 por las que fueron a prisión centenares de cubanos condenados a largas penas.

“Al menos 130 trabajadores fueron encarcelados y están sometidos a torturas y abusos ahora mismo. Cuatro de ellos son sindicalistas independientes”, dijo.

Otros ponentes hablaron sobre la realidad socioeconómica en Cuba, el sindicalismo independiente y la OIT, y sobre la CTC como organismo represor de la clase trabajadora cubana, entre otros temas.

El sindicalista panameño Mariano Mena, que encabeza la Universidad de los Trabajadores de América Latina, manifestó su solidaridad con los trabajadores cubanos y con los activistas que defienden los derechos de la clase que labora:

“… quienes vivimos y estamos en espacio de libertad la tenemos que ofrecer a quienes padecen y a quienes no pueden acceder a esos valores, a esos principios entre los cuales está el principio, el valor de la solidaridad. En consecuencia, una de las primeras conquistas que tiene que lograr el pueblo cubano es el de romper las cadenas que atan el derecho de la libertad”.

«Se busca que las organizaciones laborales de los países del mundo respalden al pueblo de Cuba en (su propuesta) de paro nacional, que ejerzan presión en cada uno de los países para que sean solidarios con el pueblo de Cuba», afirmó a la agencia de prensa Efe Luis Zúñiga, parte del secretariado de la Asamblea de la Resistencia Cubana, entidad con sede en Miami.

«En Cuba hay mucho sudor y poco pan», destacó René Bolio, jurista de la Comisión Mexicana por los Derechos Humanos. «Las condiciones de los trabajadores cubanos están en contra de la dignidad humana y de los derechos humanos».

En una declaración final los firmantes consensuaron el apoyo al pueblo y los trabajadores cubanos que han adoptado como única solución a sus problemas, salir a las calles a manifestarse hasta que se produzcan cambios en la Isla y reafirmaron que Cuba es un estado fallido, sin Estado de Derecho y un modelo político, ideológico, social y económico fracasado.

También responsabilizaron a la cúpula dirigente del régimen cubano de cualquier desenlace fatal por el uso de la fuerza militar en contra de la población civil y acordaron que, de ser necesario, solicitarían a la comunidad internacional una intervención humanitaria.

Los signatarios convinieron, entre otros puntos, denunciar ante la Organización Internacional del Trabajo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y antes las organizaciones del Sistema de las Naciones Unidas, las violaciones a los convenios internacionales fundamentales y la persecución de los dirigentes sindicales independientes.

El evento fue patrocinado por el Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba, el Directorio Democrático Cubano y el Frente Hemisférico por la Libertad.