viernes , 22 noviembre 2024
Lizandra Góngora (izq.) y las hermanas Angélica y María Cristina (der.) Garrido, presas por protestar el 11 de julio de 2021.

«Las sacaron desnudas, las halaron por los pelos», denuncian abusos contra opositoras en la cárcel del Guatao

«Estuvieron cinco días sin tomar agua y sin comer, Lizandra está en una celda en el hospitalito de la cárcel.”

(Tomás Cardoso/Radio TV Martí) – Cuatro mujeres, condenadas por su participación en las protestas populares del 11 de julio, están siendo castigadas por reclamar su condición de presas políticas y el derecho a vestirse de blanco, entre otras demandas, informaron a Radio Televisión Martí sus familiares.

Se trata de Lizandra Góngora Espinosa y las hermanas María Cristina y Angélica Garrido, las opositoras que iniciaron una protesta el 20 de septiembre en el Penal de Mujeres de Occidente, en El Guatao, La Lisa, a la que se ha sumado también la joven Mackyanis Román Rodríguez.

Ángel Delgado, esposo de Góngora Espinosa, pudo visitarla en la prisión y relató: “La encontré bastante mal, nerviosa, me contó muchas cosas que han ocurrido desde que ellas decidieron plantarse. Ese día, en el destacamento donde se encontraban, las sacaron desnudas, las halaron por los pelos y luego ella, por temor a que continuaran halándole el cabello, decidió raparse, le pusieron tan apretadas las esposas en las manos que incluso le provocó lesiones en las muñecas; aún tiene las marcas».

«Ellas se pasaron cinco días sin tomar agua y sin comer nada y Lizandra en estos momentos está en una celda en el hospitalito de la cárcel. El día de la visita las autoridades del penal me devolvieron toda la ropa blanca de sus pertenencias, entonces, cuando me traen a mi esposa, ella me dijo que habían prohibido el uso de esas prendas de vestir de color blanco en la prisión, por tanto, como ella rechaza el uniforme de reos comunes, ella esta sólo con ropa interior”, declaró su esposo.

Mientras tanto, Angélica Garrido sigue aislada en la Prisión de Mujeres de Occidente, señaló su esposo Luis Rodríguez.

“Ya la quitaron de celda de castigo y la pusieron en otra celda aislada, que es casi lo mismo, la única diferencia es que ahora puede recibir los alimentos que le llevamos, ella no quiere nada de la prisión. También rechaza estar con presas comunes y está durmiendo en una tabla solamente porque no tiene colchón, y como ya fue prohibido el uso de ropa blanca en la cárcel, mi esposa esta en blúmer y ajustadores allí adentro”, explicó.

En el caso de María Cristina, la mantienen en el hospital Nacional, en el quinto piso en la Sala de Penados, a pesar de no estar enferma, enfatizó el cuñado de la presa política.

“Yo estaba muy preocupado, pensando que podía tener algún problema de salud porque no la habíamos visto, pero resulta que su hija mayor la pudo ver y conversó con ella 10 minutos. Ella le dijo que estaba en buenas condiciones de salud y que se alimenta de lo que nosotros le llevamos. Obviamente, esa medida es para mantenerla separada de las demás”, informó Rodríguez.

A estas tres plantadas, se suma ahora la prisionera política Mackyanis Román Rodríguez, también en la prisión del Guatao, quien fue llevada para la celda de castigo el día 1 de octubre.

Según relató su padre Emilio Román Matos, en la última visita que le pudo hacer a su hija el pasado mes, la muchacha le había dicho que las autoridades del centro penitenciario la habían amenazado con castigarla si insistía en vestirse de blanco.

“Me dijeron que estaría aislada por 10 días. Cuando estuve en la visita, ella me dijo que le habían prohibido a las presas del 11 de julio ponerse los pullovers blancos, debe ser por eso que la castigaron”, opinó Emilio.

Góngora Espinosa, cumple 14 años de condena por su participación en las protestas populares en Güira de Melena, provincia de Artemisa y las hermanas María Cristina y Angélica Garrido Rodríguez, fueron condenadas a siete y tres años de prisión por participar en la manifestación popular en Quivicán, Mayabeque.

Mackyani Román Matos fue sentenciada a 10 años por el presunto delito de sedición tras salir a la calle durante las protestas el 12 de julio en el reparto habanero La Güinera.