El ministro Gil ‘descubre’ que los salarios no alcanzan para cubrir las necesidades básicas y no son motivación para trabajar.
La Habana (DDC) – Hay muchos centros de trabajo en Cuba con plantillas vacías debido a la falta de personal calificado, transcendió en el balance anual del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), presidido por el primer ministro Manuel Marrero Cruz.
El también miembro del Buró Político del Partido Comunista planteó la necesidad de estimular el pluriempleo para resolver ese problema, provocado por la crisis migratoria que atraviesa la Isla y a la que no se aludió directamente en la reunión, de acuerdo a lo recogido por el medio estatal Granma.
Marrero Cruz consideró, según lo cita el medio estatal, que se requiere una mirada diferente al empleo, principalmente al tener en cuenta los retos que impone la dinámica demográfica del país; partiendo desde la identificación efectiva, por los gobiernos de los territorios, de sus potencialidades para generar ocupaciones de calidad.
Cuba atraviesa una crisis migratoria que en 2022 sacó del país a más de un cuarto de millón de ciudadanos, muchos de ellos profesionales. Esta crisis amenaza con dejar sin fuerza laboral a la Isla. Se resienten tanto los negocios privados como las empresas estatales.
En febrero pasado, el ingeniero Ángel Luis Ríos Riquenes, director general de Encadenamiento Productivo del Grupo Empresarial AZCUBA, admitió el negativo efecto tanto del éxodo de población económicamente activa y del envejecimiento poblacional en la producción azucarera cubana.
«Al igual que otras ramas de la economía, la azucarera sufre el déficit de personal, por varias causas, fundamentalmente el envejecimiento de la fuerza laboral y el efecto de la migración. Asimismo, influye la actual situación económica del país, marcada por la inflación. Por ejemplo, los problemas productivos de un central impiden que los trabajadores reciban salarios decorosos y muchos se van», dijo.
El primer ministro cubano también consideró necesario convertir en modalidades permanentes el teletrabajo y el trabajo a distancia, a los que se recurrió durante la pandemia de Covid-19.
Durante el balance, Marrero Cruz criticó la práctica instaurada décadas atrás por el Gobierno cubano de no remunerar el trabajo de estudiantes en centros afines con las carreras que cursan, «justificando esto con la práctica laboral, aun cuando los muchachos están aportando resultados y generando riquezas».
También dijo que constituye una ilegalidad tener personas trabajando sin contrato, conocido como empleo informal, pero señaló que no se trata de establecer una persecución, sino una identificación para poder proteger al trabajador y exigir que el empleador asuma las responsabilidades que le corresponden.
El viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil Fernández, «descubrió» que los ingresos provenientes del salario siguen siendo insuficientes para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores, y reconoció que dichos ingresos no representan motivación suficiente para trabajar.
El ministro Gil también criticó que en el sector presupuestado existan muchas personas empleadas, que cobran un salario, pero no tienen contenido real de trabajo. Este problema, conocido como plantillas infladas, tampoco es nuevo en Cuba y contrasta con la falta de personal de la que se quejó Marrero Cruz.
De acuerdo al informe del MTSS, al cierre de 2022 la ocupación en Cuba era de aproximadamente más de 4.653.000 trabajadores. De estos, el 39% son mujeres. Ello representa un incremento de 34.000 personas ocupadas respecto a 2021, fundamentalmente en actividades directas a la producción y la prestación de servicios en los sectores estatal y no estatal. El citado ministerio reconoció el «impacto favorable de los empleos generados por el sector privado».
Sobre el porciento de mujeres trabajadoras, Ariel Fonseca Quesada, director nacional de Empleo del MTSS, dijo que existe una brecha de género en la tasa de empleo remunerado, marcado, principalmente, en las madres con niños o por aquellas que asumen el rol de cuidadoras de adultos mayores en sus hogares, pues 34 de cada cien mujeres no están incorporadas a un empleo remunerado
El nuevo Código de las Familias de Cuba, aprobado en septiembre de 2022 y publicado en la Gaceta Oficial de la República con carácter de ley incluso antes de ser sometido a referendo, amplía el reconocimiento a los derechos laborales y no solo los salariales de las personas cuidadoras.
Según la disposición cuadragésima del Código, a partir de este, el MTSS dictará las normas jurídicas para la protección de los derechos de las personas cuidadoras familiares.
Esas normas no han sido dictadas hasta el momento, por lo que se ignora qué derechos laborales disfrutarán las cubanas que asumen el rol de cuidadoras.