jueves , 21 noviembre 2024
El periodista independiente cubano Ismario Rodríguez Pérez.

Amenazan con prisión a otro periodista en Cuba por “difundir información perniciosa y contrarrevolucionaria”

La reciente campaña represiva por parte del régimen cubano contra la prensa independiente ha llevado a varios comunicadores a renunciar.

(Redacción Radio Televisión Martí) – El periodista cubano Ismario Rodríguez Pérez, del medio independiente Periodismo de Barrio, fue amenazado con ir a prisión por “difundir información perniciosa y contrarrevolucionaria” durante una citación el viernes de la Seguridad del Estado.

«Llegué a casa justo a las 12, todo fue más de lo mismo. Tres oficiales, uno de ellos, un teniente coronel de Villa Marista con el discurso manido de que lo que realizo es ilegal y la prensa es socialista. Me negué a firmar el acta de advertencia por hacer periodismo», denunció el comunicador en Twitter.

Rodríguez Pérez, director de audiovisuales de Periodismo de Barrio, dijo que los agentes citaron los casos de los presos de conciencia Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Pérez Castillo, El Osorbo, «como sus ejemplos de encarcelamientos llevados a cabo por ser intransigentes».

Añadió que, acto seguido, fue amenazado con ir a prisión por, presuntamente, “difundir información perniciosa y contrarrevolucionaria», a lo que respondió con la exigencia de que el delito del que se le acusa sea demostrado.

Esta es la más reciente de una serie de amenazas hechas al comunicador por parte de la policía política cubana. A finales de agosto, asistió a otro interrogatorio con la Seguridad del Estado en el que fue instruido sobre el procedimiento a seguir contra la prensa independiente.

«Llegué a las 4:00 PM a casa después de que intentaran chantajearme con renunciar a Periodismo de Barrio o dormir en la estación de Zapata y C por 24 horas», escribió el periodista en sus redes sociales.

Según Rodríguez Pérez, el nuevo procedimiento consiste en tres pasos: «renunciar públicamente al trabajo, filmar video de Mea Culpa y enviar una carta de no vinculación a ‘organizaciones contrarrevolucionarias’ o atenerse a las consecuencias».

Además de “las coacciones y tretas de toda la vida y que han usado para desactivar al resto de la prensa independiente”, en esa ocasión, el periodista fue amenazado con el nuevo Código Penal, que criminaliza el trabajo de los medios independientes y prohíbe el financiamiento proveniente de fuentes extranjeras.

Las autoridades cubanas han desatado una campaña represiva contra la prensa independiente en la isla que ha llevado a varios comunicadores a renunciar a sus empleos e, incluso, a abandonar el país bajo la presión de la Seguridad del Estado.

La escalada intimidatoria alcanzó la semana pasada al influencer Jancel Moreno quien anunció que cerraría la página a favor de la comunidad LGBTQ, @Damelamano1, por “petición” directa del órgano represor. “Me mencionaron el Código Penal: ‘vete antes que en diciembre entre en vigor que, si nos da por pensar que estás en algo, vas cargado’», dijo Moreno a Radio Martí.

Quizás el medio independiente más afectado por esta escalada represiva ha sido El Toque. La plataforma multimedia fue blanco, a principios de este mes, de “una nueva cota de agresividad” por parte de la policía política.

«El libreto de interrogatorios y chantajes, junto al uso de la regulación de viajes a varios de los colegas residentes en Cuba, han ocasionado que, hasta el 9 de septiembre de 2022, el número de renuncias de integrantes de nuestro equipo ascendiera a 16», denunció el portal digital en un artículo en el que anunció el cese del suplemento de humor gráfico Xel2.

«Lo más preocupante de estos días, sin embargo, ha sido constatar una insistencia enfermiza de los agentes de la Seguridad del Estado para conseguir «confesiones» en video de nuestros colegas. El acoso y la tortura psicológica a la que los someten no terminan hasta que no aceptan ser filmados en casas de protocolo del Ministerio del Interior. Allí, siguiendo las indicaciones de los interrogadores, deben «confirmar» las ideas centrales de una falacia: elTOQUE recibe financiamiento de organizaciones «enemigas» y tiene la misión, cual ente mercenario, de «desestabilizar» el Gobierno cubano», subraya el artículo.