La Habana, Cuba | Cuba Sindical Press – La llegada al poder en enero de 1959 de las fuerzas comandadas fundamentalmente por el Ejército Rebelde, trajo consigo planes poco halagüeños para el trabajo privado en Cuba y particularmente para la actividad por cuenta propia o pequeña producción mercantil. Las medidas tomadas y las posiciones políticas anunciadas en los primeros momentos distaban, al menos en forma, de las pretensiones de construir en la isla un sistema socialista al estricto estilo de los soviéticos y demás integrantes del Campo Socialista.
Pero las medidas que progresivamente se tomaban develaron de forma anticipada el camino real que se pretendía tomar en la Isla. Nacionalización, primero de las propiedades privadas extranjeras y luego las domésticas; promulgación de la primera y segunda ley de reforma agraria; fortalecimiento del aparato estatal y de la presencia de este dentro de la economía de la nación como propietario y gestor principal. Cuando las autoridades declaran el carácter socialista de la revolución que se estaba construyendo, la base económica material estaba cimentada.
El censo de población y viviendas efectuado en 1970 refleja que los ocupados en la economía cubana ascendían a dos millones cuatrocientos ocho mil novecientas (2 408 900) personas y de ellos trescientos mil cien (300 100) correspondían a trabajadores asociados al sector privado de la economía. Solo treinta mil (30 000) cubanos se encontraban registrados y autorizados a ejercer como trabajadores por cuenta propia.
Tabla No. 1: Distribución General de los Ocupados en la Economía Cubana en actividades privadas y por cuenta propia
U/M: Miles de trabajadores
[table id=5 /]Fuente: Elaboración propia a partir de datos extraídos de Anuarios Estadísticos de la República de Cuba, 1981, 1985 y 1989.
Tan solo con en el transcurso de la década de los 60 (diez años) se puede observar una contracción significativa de la participación de la forma de propiedad y de gestión de carácter privado en la dinámica productiva y de servicios en la isla. Del total de ciudadanos y ciudadanas empleados en la economía doméstica, solo un 12,5% realizan su aporte desde la propiedad privada, mientras que la actividad por cuenta propia apenas rebasa el 1,2% del total de implicados. Estas cifras ejemplifican la limitación real que las autoridades cubanas construyeron en los primeros años en torno a la participación de los trabajadores privados dentro de la economía socialista que se edificaba entonces, bajo los criterios y guías de los países del campo socialista.
Los valores estadísticos correspondientes a la década de los 80 muestra un comportamiento ascendente en el total de ocupados en la economía. En el año 1989 la cifra supera en un millón dos mil seiscientos (1 200 600) a los ocupados 9 años antes.
Tabla No. 2: Ocupados en la economía y trabajadores privados
U/M: Miles de trabajadores
[table id=6 /]Fuente: Elaboración propia a partir de datos extraídos de Anuarios Estadísticos de la República de Cuba, 1981, 1985 y 1989.
A diferencia de los ocupados en la economía en su forma global, aquellos que realizan actividades bajo el cobijo de la propiedad privada experimentan en primer momento una contracción cuantitativa real (de 300 100 descienden a 204 100) equivalente a noventa y seis mil trabajadores (96 000). Ya en la década de los 80 particularmente se puede apreciar una irregularidad oscilatoria que promedia una tasa de crecimiento promedio en diez años de 1,0. Estas variaciones se relacionan con procesos asociados a la actividad privada en la agricultura. El trabajo por cuenta propia en particular muestra un comportamiento diferente tanto al total de los ocupados (que crecen en correspondencia con la población) como a los que realizan actividades privadas en general (que incluyen no solo los que se acogen a la producción mercantil simple).
El comportamiento cuantitativo refleja una variación descendente en el número total de implicados en las actividades por cuenta propia. Y aunque en los inicios del período que se analiza los valores reflejan un valor superior a los experimentados en el año 1970, con el transcurso de esta década el comportamiento contractivo haría caer los valores a cifras inferiores.
Tabla No. 3: Variación de los registrados en la actividad por cuenta propia en Cuba.
U/M: Miles de trabajadores
[table id=7 /]Fuente: Elaboración propia a partir de datos extraídos de Anuarios Estadísticos de la República de Cuba, 1981, 1985 y 1989.
En los primeros cinco años, la variación es descendente y alcanza primero siete mil cien (7 100) trabajadores y cinco años más tarde la contracción alcanzará los catorce mil doscientos trabajadores (14 200). Por lo tanto, la variación total del período es negativa y asciende a veintiún mil trescientos (21 300) cuentapropistas.
En esta etapa en particular, los trabajadores por cuenta propia experimentan su mayor contracción dentro del período de economía socialista en la isla, como resultado directo de la edificación de un modelo altamente centralizado, donde las actividades no estatales se llevaban gradualmente hacia un segundo plano y se proponía el fortalecimiento del Estado y su presencia gradual en los sectores y ramas de la economía nacional.
El escenario antes descrito constituye el punto de partida o condición de origen que encontró la crisis de los 90 (Período Especial), tras la caída del Campo Socialista primero y la crisis estructural de la economía cubana después. Elementos estos que fundamentan la necesidad objetiva de abrir un espacio a las actividades no estatales, particularmente a los trabajadores por cuenta propia, ante la incapacidad estatal de asumir con estabilidad producciones y servicios.
Breve historia estadística del trabajo por cuenta propia, 1990-2016 (II)