Trabajadores y jubilados se verán obligados a acudir una y otra vez a las sucursales y hacer prolongadas colas para cobrar.
La Habana (DDC) – El Banco Central de Cuba (BCC) publicó la Resolución 11/2023, que contiene las normas bancarias sobre los límites establecidos para los cobros y pagos en efectivo en moneda nacional, su depósito, extracción y tenencia, informó el portal estatal Cubadebate.
La resolución entró en vigor este 3 de agosto, un día después de su publicación en la Gaceta, pese a que la capacidad de la infraestructura de telecomunicaciones en Cuba despierta dudas en cuanto a la posibilidad de hacer frente a la avalancha de operaciones que se espera, como apuntó en una nota DIARIO DE CUBA.
La resolución establece que solo las personas naturales que reciben sus pensiones, salarios y otros ingresos personales, así como los recursos provenientes de cuentas de ahorro, podrán disponer de la red de cajeros automáticos para la extracción de efectivo.
De acuerdo a la norma, las extracciones de efectivo destinadas al pago de salarios y otras prestaciones sociales se realizan con un máximo de tres días hábiles de antelación a la fecha de pago. El efectivo no utilizado debe ser reintegrado al banco al siguiente día hábil.
Según la resolución, los bancos incluirán en los contratos de cuenta corriente los términos y condiciones para el manejo del efectivo en pesos cubanos. Podrán suspender o cerrar los servicios bancarios a los clientes que incumplan reiteradamente lo dispuesto.
Las nuevas medidas encaminadas a lograr una circulación cero del efectivo en Cuba fueron anunciadas en medio de la grave escasez de efectivo que hay en los bancos, y obliga a trabajadores y jubilados a acudir una y otra vez a las sucursales y hacer prolongadas colas para cobrar sus salarios o pensiones.
El pasado 2 de agosto, Alberto Quiñones Betancourt, vicepresidente del BCC, dijo en conferencia de prensa que «se establece como un límite máximo para las operaciones en efectivo 5.000CUP para los actores económicos que requieran realizar operaciones de pagos menores (…), pero todos los pagos que sobrepasen los 5.000 pesos deben ser efectuados por transacciones electrónicas».
En referencia a los problemas de conexión que a menudo presentan las sucursales bancarias cubanas, subrayó que «tienen que existir las condiciones en cada una de las oficinas bancarias nuestras para dar respuesta al servicio que va a demandar», aunque no explicó cómo se logrará eso.
También aseguró que la medida ahora anunciada «no es nada nuevo, pero sí nos coloca ante un escenario nuevo». Reconoció implícitamente que los cubanos no confían en los bancos, cuando enfatizó que «debemos darle confianza al empresariado para que cada día vean al sistema bancario como su principal aliado».
«¿Queda claro ahora que la crisis de carencia de efectivo que hemos sufrido estos últimos meses fue planificada?», preguntó en un análisis publicado en DIARIO DE CUBA la economista Rafaela Cruz, quien había advertido sobre la intención del régimen de eliminar la circulación de efectivo para controlar el dinero de los cubanos.
«Habría sido mucho más barato y eficiente ampliar el cono monetario acorde a los precios actuales y futuros previsto, antes de tomar este camino de la bancarización. Sin embargo, nadie ha discutido la posibilidad de emitir billetes de 10.000 o 50.000, pues el Gobierno decidió, al contrario, reducir liquidez, y que los viejos pasen la madrugada frente a un cajero, para intentar forzar así a las MIPYMES a soltar el efectivo que han acumulado. Pero como había fallado en ese propósito, ahora obliga a las MIPYMES por», señaló la columnista.
«El Gobierno creó un problema —la falta de efectivo— para imponer una solución —el dinero electrónico— aunque esto, inevitablemente, conlleve un abrupto enfriamiento de la economía en un momento en que la miseria está en niveles máximos», recordó.
«Una vez más, el castrismo pone por delante sus intereses de casta a los intereses del pueblo. Otra vez la necesidad de controlar el país se impone sobre la necesidad de hacerlo prosperar», sentenció Cruz.