miércoles , 30 octubre 2024

¿Cómo proteger a los trabajadores cubanos?

La Habana, Cuba – Este viernes 7 de abril dos trabajadores fallecieron tras el derrumbe de una pared interior de la chimenea de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras de Matanzas, el cual dejó atrapados bajo escombros y hollín a cuatro trabajadores de la Empresa de Construcción y Montaje Especializado que realizaban labores de limpieza.

Los fallecidos son Lázaro Frank Montero Pita, de 57 años, jefe de brigada, y Alexis Bernardo Labrada Junco, de 47 años. En el hecho también resultaron lesionados Ángel Dionis Pérez Montoya, rescatado de la zona del derrumbe con trauma craneal simple y luxaciones en la cabeza, y Maykel López Navarro, de 35 años, rescatado con fracturas de cadera y tibia.

Este sitio costero del noroeste de Matanzas situado en los alrededores de la bahía ha vivido en menos de un año tres eventos con afectaciones a la economía y dolor a familias cubanas.

Uno de ellos, el mayor desastre industrial en la historia de Cuba, ocurrió el pasado agosto, cuando el impacto de un rayo provocó una enorme explosión de cuatro tanques de combustibles de la Base de Supertanqueros de Matanzas, un incendio que duró varios días y dejó el saldo de 17 fallecidos y 147 heridos.

Según la versión oficial, la cual no ofreció más detalles, la causa del siniestro fue un supuesto fallo del equipo de protección contra descargas, al igual que en el primer incidente ocurrido en mayo de 2022, que dejó a la Antonio Guiteras, la mayor CTE del país, fuera del circuito energético nacional durante varios días.

En entrevistas a la prensa independiente, trabajadores y vecinos del lugar revelaron que el sistema de pararrayos de la base de supertanqueros no se mantenía hacía años, e incluso estaba desactivado en algunos tanques por falta de piezas.

Por otro lado, durante el incendio se sospecharon detalles de negligencia y mala praxis para operar el incendio.

Luego del derrumbe de la chimenea de la Guiteras, técnicos y trabajadores de la termoeléctrica han expresado en las redes sociales su malestar por las erróneas labores de rescate hacia sus compañeros atrapados por la chimenea derrumbada.

“Cuando tumbaron parte de la estructura solo consiguieron sepultar más a Lázaro, que la pared ya le había caído arriba”, dijo uno de los técnicos visiblemente enfadado. “¿A quién se le ocurre hacer trabajos ahí en el fondo con equipos neumáticos? Eso era un derrumbe seguro”.

El gobierno ha dado poca información sobre el hecho. Que dos trabajadores hayan sobrevivido lo muestran como otra victoria olvidando a las víctimas y sus familias. También mucho dolor y sufrimiento provocó el estallido del hotel Saratoga por un escape de gas, donde murieron varias decenas de personas entre ellos trabajadores del hotel y de otros organismos estatales y privados.

¿Cuánta seguridad y protección tienen los trabajadores en sus centros de trabajos?

Hechos como los relatados muestran una indefensión total de los obreros ante sus empleadores. Habría que meditar y exigir que la sociedad cubana se organice de forma tal que los trabajadores se sientan seguros y protegidos en sus puestos de trabajo.

Junto a cada siniestro, junto a cada tragedia, hay una violación de las normas internacionales de protección al asalariado, contempladas en los documentos de la Organización Internacional del Trabajo, de la que la Isla es firmante.

La persecución y represión contra las voces que reclaman libertad sindical y respeto a los derechos humanos y laborales es la respuesta del régimen en medio de una crisis económica, política, social y moral sin precedentes en la historia de Cuba, donde los trabajadores no importan y no se les protege la vida y la integridad mientras cumplen las tareas pactadas con el empleador en el contrato de trabajo.