miércoles , 30 octubre 2024

Cuba: a las puertas de una implosión

El régimen se supera en la determinación de hacer leña del árbol derribado por el empecinamiento de la claque gobernante.

Pittsburgh (Sindical Press) – Apenas queda espacio para la especulación. Hasta con los ojos cerrados se puede ver la cercanía del quiebre definitivo del modelo centralizado que Fidel Castro exhibió eufórico en sus característicos arranques mesiánicos salpicados de improvisaciones y actitudes voluntaristas que sentaron las bases del actual desbarajuste.

Con su muerte, decretada oficialmente el 25 de noviembre de 2016, Cuba perdió esa aureola un tanto mística que se construyó alrededor del máximo líder, al haber presuntamente sobrevivido a más de 600 intentos de magnicidios y dominar, a la perfección, la técnica de convencer a cualquier auditorio con sus eclécticos sermones, incluso algunos de los más hostiles a su verborrea numantina y no menos nacionalista.

La isla, con Miguel Díaz-Canel a la cabeza, es hoy observada de soslayo, entre los entretelones de un olvido, cada vez más manifiesto de otrora simpatizantes del Occidente capitalista y de viejos amigos y del Este de Europa y de la periferia tercermundista, embargados, estos últimos, con la tentación de seguir las pautas de una revolución proletaria y emancipadora que devendría en un foco de luz en medio de las tinieblas de la explotación del hombre por el hombre, el aumento exponencial de la pobreza y la falta de oportunidades de la clase trabajadora para alcanzar un futuro promisorio.

Es una pena que Cuba haya quedado literalmente a la deriva. La mayor de las Antillas es hoy un estado fallido, por más que sus obesos dirigentes se empeñen en ocultar esa realidad con el reciclaje de estrategias que terminan expandiendo los dominios de la ruina material y el desasosiego de una población abandonada a su suerte y condenada a una muerte en vida al carecer de los más elementales recursos para llevar una vida mínimamente digna.

El oficialismo se supera en la determinación de hacer leña del árbol, este caso no caído por su propio peso, sino derribado y hecho trizas por el empecinamiento de una claque de funcionarios mediocres y venales. Nunca más oportuna la metáfora para ilustrar un presente desbordado de infortunios y un futuro, tan incierto como un viaje por el espacio sideral.

La reciente ofensiva contra la Mypimes, sobre todo las que no están gestionadas por testaferros al servicio de personeros de la nomenclatura, es una de las aristas de un plan para ahogar el emprendimiento que escapa del control estatal. Las medidas, que incluyen el tope en los precios de algunos productos y el cobro en dólares de los aranceles de importación, entre otros, redundarán en el descenso de las ofertas y mayores desvíos de mercancías hacia el mercado negro.

En defensa de la hegemonía de la empresa socialista es que se justifican tales iniciativas carentes del pragmatismo y el sentido común que demandan las circunstancias.

Esas reticencias en la aceptación de elementos capitalistas en una economía que los necesita con urgencia, significa que la apuesta de los mandamases no se ha apartado un milímetro del Patria o Muerte, con el cual Fidel concluía sus largas peroratas. A pocos meses de cumplirse ocho años de su deceso, la patria es una lejana ficción y ni hablar de esas sensaciones de estar muriendo, a plazos, acosados por el hambre, los cortes de electricidad, sin agua potable, el salario que no alcanza y como colofón la certeza de estar bajo la lupa de algún informante, del jefe de sector de la policía o en el radio de acción de un agente de la seguridad del estado.

En los meses que restan del año en curso, es iluso esperar un alivio de las penurias. La postura reaccionaria de la cúpula parece no tener frenos y solo cabe esperar un aumento exponencial de las tensiones sociales.

Las declaraciones de Juan Triana Cordoví, profesor del Centro de Estudios de la Economía Cubana en la Universidad de La Habana, en contra del discurso Díaz-Canel, durante el tercer período ordinario de sesiones de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), concluido la pasada semana, revelan el descontento en las instituciones del gobierno.

El economista puso de manifiesto su desacuerdo en que el régimen haya priorizado las inversiones en la construcción hoteles y minimizado el interés por desarrollar, en igual proporción, la agricultura, la pesca, la industria cañera y la alimentaria.

Ante estos desbalances, el experto, vinculado al Ministerio del Interior (MININT), lamentó la decisión del presidente designado por Raúl Castro, de no reconocer su responsabilidad personal en la comisión de esos errores.

También criticó las trabas que persisten para la adopción de medidas que flexibilicen la inversión extranjera

Como una vergüenza calificó las intervenciones del presidente y sus ministros en la Asamblea, al limitarse a enumerar los desastres que ellos mismos han provocado con sus políticas erróneas y le pidan al pueblo más sacrificios. “Pero es aún más vergonzoso que los Diputados del Pueblo (porque ellos son nuestros diputados) sigan aceptando esa situación”, recalcó.

Las palabras divulgadas en el blog del cantautor Silvio Rodríguez, resalta la importancia de esos puntos de vista, al tratarse de la plataforma de un artista muy vinculado a la ideología del poder.

El conocido fundador de la Nueva Trova, también ha deslizado sus dardos contra las disparatadas políticas que han agravado la crisis.

Como van las cosas, quizás estemos ante la fractura de las bases que legitiman el poder. Las señales apuntan hacia el sector intelectual y potencialmente a ciertos mandos militares.

Se avizoran tiempos definitorios para Cuba. El sistema no tiene como reinventarse y sus gestores insisten en permanecer en sus trincheras a sabiendas que están perdidos. Si insisten en una absurda y maniquea resistencia, negados a capitular y pedir perdón por tantas tropelías, lo mejor que hacen es escapar antes que sea demasiado tarde.