La Habana, Cuba | La carrera para la dolarización de la economía de este país ya dio su pistoletazo de salida. La comenzó el gobierno abriendo las primeras tiendas en moneda libremente convertible (un eufemismo que en la práctica excluye la moneda cubana y se refiere por su amplia presencia al dólar de los Estados Unidos).
El primero de estos mercadillos de productos baratos fueron las llamadas TRD (tiendas recaudadoras de divisas), las cuales engloban la canasta básica del ciudadano, comestibles, productos de aseo y otros, todos de primera necesidad. Le sigue en la marcha los productos de la compañía estatal de teléfonos Etecsa, que ya vende sus aparatos solamente en esa moneda, y así sucesivamente, las dependencias estatales, como la renta de autos, hoteles y todo lo demás.
Era evidente que la marcha hacia la dolarización llegaría pronto a los particulares que compran y venden servicios y productos de cualquier nivel y precios. Alguien, en una calle sin nombre, vende una bicicleta en dólares o su equivalente en CUC, dice un cartel en la puerta de una casa. Pedro Aleaga, un taxista que cubre tramos intermunicipales con su auto soviético, propone, luego de aquilatar minuciosamente a un par de viajeros, que por llevarlos a Santiago de Cuba (120 km) les cobraría “solo” 50 dólares –toda una fortuna en la economía familiar de una ciudad de provincia, donde abunda el desempleo y la precariedad.
El más importante bazar por departamentos de Bayamo, Las Novedades, en el reparto Jesús Menéndez, está dolarizado.
Una médico recién llegada del exterior (donde prestaba sus servicios) se queja ante la sucursal del Banco Financiero Internacional (BFI) en el mismo edificio que su depósito en pesos convertibles se devaluará rápido si la caída de la moneda sigue a la actual velocidad. Según ella, en Revolico (un sitio de compra venta en línea) el dólar se cotizaba entre 1.70 (42.5 CUP) y 1.50 (37.5 CUP) CUC. Y eso sin que aún se defina por el banco central cual será la taza de cambio cuando se elimine el peso convertible.
—Imagínese —le discute al funcionario— si tengo 100 CUC, se me convierten en 66 dólares en un abrir y cerrar de ojos. Se me esfuman 44 en un pestañear de ojos, y eso no es justo. Además —agrega—¿quién paga los años que dejé a mi hija con mi madre para servir a la revolución?
Con la apertura de una decena de tiendas en dólares, dice el politólogo Estaban Morales, el proceso de unificación pierde potencialidades, pues se retoma la dualidad monetaria, pese a que el dólar norteamericano no será reconocido oficialmente por la amplia gama de servicios estatales pero sí por el mercado informal, que por su peso y contribución podrán superar o por lo menos competir con el mercado estatal. Quizás entonces nos enfrentemos nuevamente a una ley que impida poseer la moneda extranjera.
De regreso a Bayamo, la calle General García es la más importante arteria comercial de la ciudad. El almacén La Violeta está en la esquina de Perucho Figueredo y es una de las tiendas que vende sus productos industriales en dólares. A su lado, un estudio fotográfico particular tiene sus precios en pesos cubanos, pero los clientes saben que deben pagar en dólares para recibir el servicio.
Para el profesor Morales, el crecimiento de los precios, marcado por la introducción del dólar, es sinónimo de una inflación que siempre estuvo “contenida” por las políticas monetaristas centrales, pero que tenía un fiel reflejo en el mercado informal y sobre todo el agropecuario. El tema es, cuánto se demora el incremento de los precios mayoristas para tener reflejo en los precios minoristas, y eso se llama traspaso de la devaluación. Una disminución de la oferta, como la que ocurre ahora, sumada con un aumento de la demanda, es el camino de la inflación que se representará en el imaginario de este país como “poderoso caballero míster dólar”. Y el impacto será directo a la línea de flotación de los ahorros en pesos y pesos convertibles de los ciudadanos.
Sin embargo, la preocupación en esta calle comercial y bancaria es sobre cuál será la tasa de cambio del peso respecto al CUC. Según fuentes, ya el ajuste está acordado por las autoridades –o al menos eso dicen en La Habana– aunque no haya sido anunciado hasta el momento. Se dice también que habrá un cambio fijo respecto al USD en una primera etapa, pero será improbable que no ocurran futuras devaluaciones.
Coda
Según la fuente oficial de la Isla (el rumor) pronto habrá un aumento de salarios de hasta 1000 pesos mensuales, el cual se especula sea a partir del 1 de diciembre. Esto, debido a la eliminación de los subsidios a la canasta básica en general y para evitar otros daños colaterales como el fin de la “paciencia social”. No está claro dónde se “realizará” este nuevo poder de compra, toda vez que las tiendas que venden en dólares no hay señales que desaparezcan. Y tampoco el gobierno está en capacidad de vender dólares a sus ciudadanos. | Julioaleaga@gmail.com