Durante 2021 hubo una política gubernamental de hacer negocios contratando trabajadores en el extranjero ‘con fuertes indicios’ de trabajo forzoso.
La Habana, Cuba | Cuba Sindical – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recibió esta semana al primer grupo de ocho médicos cubanos parte de los 500 contratados por su gobierno, quienes laborarán en un hospital del estado de Nayarit. En respuesta al amplio rechazo que esto ha provocado, el mandatario se ha atrincherado en la afirmación de que la salud no tiene que ver con ideologías por ser es un derecho humano.
No está solo en su empeño. El próximo 1 de septiembre, médicos cubanos serán enviados a Honduras, como parte de los acuerdos entre ambas naciones, como lo ha confirmado la vicecanciller de Cuba Josefina Vidal, quien compartió en su perfil oficial en Twitter las declaraciones del vicecanciller hondureño Tony García celebrando el arribo de los antillanos a su país.
La negociación entre el régimen y los gobiernos de Honduras y México son parte de los acuerdos que priorizan los convenios en sectores como educación, transporte, deportes y medicamentos sobre el respeto de los derechos humanos y laborales. Una política que México aprovecha, de la Doctrina Estrada (supuestamente no inmiscuirse en los problemas de otros países). Por el momento, se desconoce la cantidad de galenos cubanos que serán enviados al referido país y si hay una misión en específico que deban cumplir en materia de atención.
Vale recordar que, desde 1998 el régimen hizo negocios lucrativos con el trabajo de los médicos esclavos en Honduras. Durante el virus chino en el 2020, una brigada de 25 profesionales de salud de Cuba llegó a Honduras y cerca de 500 fueron a México.
La otra cara de la moneda
Por otra parte, Estados Unidos reafirmó el compromiso de su administración de mantener a Cuba, Venezuela y Nicaragua en su «lista negra» de tráfico de personas, al considerar que incumplen los estándares marcados por la ley estadounidense contra este fenómeno, que establecen métodos para evitarlo y proteger a las víctimas. Así lo señaló el Departamento de Estado en su Informe de Tráfico de Personas de 2022, donde revisa la situación de ese flagelo a nivel global.
Sobre Cuba, el reporte indica que «pese a la falta de esfuerzos significativos» el Gobierno de la Isla ha adoptado algunos pasos para abordar el tráfico de personas, como la investigación, el enjuiciamiento y la condena de traficantes. Aun así, destaca que durante el periodo estudiado hubo una «política del Gobierno o patrón de beneficio» de los programas de exportación de trabajadores «con fuertes indicios» de trabajo forzoso.
En este punto, el Departamento de Estado menciona las «misiones» médicas cubanas en otros países y asegura que La Habana «siguió desplegando trabajadores cubanos en el extranjero empleando tácticas engañosas y coercitivas» y sin abordar «violaciones laborales y delitos de tráfico». En ese sentido, destaca «el creciente número de alegaciones» por parte de ONGs, exparticipantes en esas misiones y Gobiernos extranjeros sobre la presunta implicación de funcionarios cubanos en esos «abusos».
Washington acusa a La Habana de no informar a los participantes en esos programas sobre los términos de sus contratos, que varían de país a país; de confiscar sus pasaportes, acreditaciones profesionales y salarios; y de amenazar a los profesionales sanitarios y sus familiares si abandonaban esas «misiones». Asegura además que el Gobierno cubano no ha informado de haber hecho ningún esfuerzo de cumplimiento de la ley para luchar contra el tráfico de seres humanos.
Aunque la Organización Internacional del Trabajo denunció a Cuba por el mismo tema, el ministro de la tiranía Bruno Rodríguez calificó la medida de Washington como el resultado de «calumnias». | julioaleaga@gmail.com