jueves , 26 diciembre 2024

Cuba y los sindicatos libres

Iván Hernández, ha utilizado sólo dos palabras del idioma español para enjuiciar el documento de la OIT: “Histórico y contundente.”

Raúl Rivero | Un poco tarde, es cierto, se ha tenido que esperar 60 años, pero de una manera certera y eficaz y después de una batalla intensa, paciente y febril de los activistas cubanos, el Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha publicado una pieza contra al gobierno cubano y exige el reconocimiento, la aceptación y la legalidad de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), una institución proscrita por los mecanismos oficiales de la Isla.

Como se sabe, en aquel país la lucha de los sindicalistas libres para actuar como verdaderos defensores de los obreros, implica actuar bajo todo el rigor de la represión totalitaria, porque el Estado sólo acepta y asume como legítima una entidad obrera, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), controlada de cabo a rabo por los funcionarios del Partido Comunista.

En el documento, dado a conocer ahora por la OIT, se recogen las denuncias de la ASIC sobre el comportamiento del gobierno con los sindicalistas independientes, incluye las alegaciones del estado y, al final, envía unas recomendaciones a La Habana que señalan claramente el reconocimiento y la legalización de la ASIC, que concibe su funcionamiento sin el patrocinio y el mandato de los funcionarios y cuadros gubernamentales.

En su texto, la OIT reconoce que la ASIC, en su declaración fundacional, aboga por la autonomía sindical en el marco del estado de derecho, busca promover el cumplimiento de las normas internacionales del trabajo y promete que se no asociará con actividades políticas partidarias. El Comité de Libertad Sindical condena “el hostigamiento y persecución que incluyen agresión y arrestos contra sindicalistas independientes y otros actos de discriminación e interferencia de las autoridades públicas.”

La OIT pide al gobierno de Cuba que garantice a la ASIC reconocimiento y que pueda operar y llevar a cabo libremente sus actividades, de conformidad con los principios de la libertad de asociación.

El texto llama la atención sobre el tema de que los derechos de las organizaciones de trabajadores y de empleados solo pueden ejercerse en un clima libre de violencia, presión o amenazas de ningún tipo contra los líderes y miembros de estas organizaciones, y corresponde a los gobiernos garantizar que se respete este principio.

Desde Matanzas, allá en Cuba, el secretario general de ASIC, Iván Hernández Carrillo, ha utilizado sólo dos palabras del idioma español para enjuiciar el documento de la OIT: “Histórico y contundente.”

Documento relacionado: Informe del Comité de Libertad Sindical, 2018