viernes , 29 marzo 2024
El comentario de Leamsy RekeLorit que causó su despido.

Despedido por no confiable: ‘Han hecho un opositor instantáneo’

«Se fue y no me pagó lo que debía, se fue debiéndome miles de pesos”, había escrito Requejo en Facebook

MARÍA MATIENZO PUERTO | La Habana (www.diariodecuba.com) – Leamsy Requejo Lorite trabajaba desde hacía un año y ocho meses como conservador en el Museo Nacional de Bellas Artes. Este lunes fue expulsado por publicar en su perfil de Facebook un comentario que los responsables de la entidad consideraron inaceptable.

«Cuando llegué al trabajo ya me estaba esperando mi jefa inmediata para pelearme por lo que había publicado», dijo Requejo a DIARIO DE CUBA. Se refería a Anubis García Blanco quien, según su versión, lo llamó a su oficina para que diera explicaciones.

«Me siento tan triste, pero tan triste porque falleció una persona que era la que me pagaba mi salario mensual», había escrito Requejo en Facebook el sábado, el día después de la muerte de Fidel Castro.

«Se fue y no me pagó lo que debía, se fue debiéndome miles de pesos. Me pagaba mensual no más de 500 pesos cubanos (20 dólares) y no menos de 250 pesos moneda nacional (10 dólares)», añadió. Consideró que el salario mínimo debía ser de 1.500 dólares. «¿Cuánto se fue debiéndome este hombre? Espero que me paguen lo que me deben».

Requejo dijo que, además de su jefa inmediata, otra restauradora, Mireya Paneque, con responsabilidades en el sindicato del museo, lo llamó «no confiable», una categoría que ha utilizado el régimen durante décadas para marcar a sus críticos y expulsarlos de sus trabajos.

«Han hecho un opositor instantáneo», comentó Requejo a DIARIO DE CUBA. «Me han botado del trabajo como a un perro».

Su mejor argumento, dijo, es su desempeño ejemplar como conservador, pero la respuesta que dio a sus «compañeros de trabajo» fue conectarse nuevamente a Facebook y publicar un vídeo en el que denuncia su expulsión.

Requejo dijo que el subdirector técnico del museo, Oscar Antuña, lo llamó «a contar».

«¿Qué tiene que ver mi Facebook con mi trabajo?», dijo el conservador que le preguntó a Antuña.

La solución que le dio el jefe fue la de ir a firmar a la Plaza de la Revolución el libro de condolencias por la muerte de Fidel Castro, a modo de arrepentimiento.

«Cuando ha habido muertos en mi familia, Fidel no ha llamado para darme las condolencias. Él no es un ídolo para mí y no era ni siquiera el presidente del país», razonó Requejo.

En realidad, lo que firmaron los cubanos en la Plaza de la Revolución y puntos establecidos en todo el país fue un compromiso de lealtad al concepto de Revolución de Castro.

Requejo dijo que el museo aún no le ha dado por escrito la baja. Los responsables tampoco le permiten entrar al recinto.

«Yo quiero mi baja por escrito —dijo— para que conste que no es que me quiero ir, sino que me están botando».

«Para mí ha sido un placer trabajar en Bellas Artes, tener acceso a obras que ni en sueños podría haber visto si no hubiese trabajado allí», señaló.

Requejo dijo que teme por su hija de tres años, y por la posibilidad de que las autoridades culturales tomen represalias contra su madre, Bárbara Lorite, quien es trabajadora del museo y miembro del Partido Comunista.