El gobierno justifica la medida señalando problemas de “indisciplinas”, en paladares privados que hacen una fuerte competencia a negocios estatales.
Miami | La cara visible del ultimátum que ordenó no otorgar nuevas licencias para los restaurantes particulares es Isabel Hamze, vicepresidenta del Consejo de la Administración Provincial de La Habana, quien dió declaraciones sobre la polémica decisión.
La funcionaria explicó que las autoridades desean que los paladares sean exitosos, pero que no pueden permitir la indisciplina, entre las que cita el consumo de drogas, prostitución y proxenetismo.
También Hamze asegura que en esos establecimientos comerciales se obtienen productos alimenticios de forma ilegal, hay contrabando y la inversión de capital en ocasiones es dudosa, al tiempo que se contratan empleados sin licencia.
Precisa que desde el mes de septiembre comenzaron a reunirse con los propietarios de los establecimientos gastronómicos para “dialogar” sobre lo que ellos consideraban “algunas tendencias negativas” en ese sector.
El sitio digital Cubadebate enumeró temas que supuestamente se trataron con los empresarios privados cubanos y estos fueron desde el consumo de drogas hasta el blanqueo de dinero.
Temas discutidos, según la publicación oficialista:
- Recalcar que el horario de cierre de los establecimientos es a las 3:00 am.
- El establecimiento de lugares de parqueos bien definidos para los clientes.
- Contratación de artistas a través de sus agencias.
- Consumo y expendio de drogasen los restaurantes.
- Ejercicio de laprostitución y el proxenetismo en los locales.
- Adquisición de mercancías de manera ilícita y el contrabando.
- Inversión de capital de procedencia dudosa – blanqueo de dinero-
- Utilización detrabajadores sin licencia ni contratos.
- Distorsión del objeto social de los restaurantes. Uso como clubes o discotecas.
- Evasión fiscal.
- Violaciones urbanísticas en el proceso de inversión.
- Trámites fraudulentos en la compra de inmuebles.
- Importación de mercancíaspara uso comercial.
- Respeto a las normativas que regulan el ruido en la ciudad.