MIAMI.- El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, anunció este miércoles una nueva tanda de sanciones contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, gobiernos a los que se refirió como «la ‘troika’ de la tiranía».
Bolton justificó las medidas punitivas, además de por las acciones internas de esos gobiernos en sus propios países, por el apoyo que tanto Cuba como Nicaragua han proporcionado al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. «En esta Administración no damos salvavidas a los dictadores, se los quitamos», declaró.
En concreto, el consejero presidencial, que ha hablado desde Miami en una reunión de la asociación de veteranos de Bahía Cochinos en 1961, criticó las políticas del Gobierno de Barack Obama hacia Cuba porque «han permitido la colonización cubana de Venezuela».
Respecto a Cuba, Bolton confirmó de que se incluirán en la lista de sancionados cinco nombres relacionados en el aparato militar y de Inteligencia del régimen de la isla, así como la empresa estatal Aerogaviota.
Además, los viajes a la isla caribeña se limitarán exclusivamente a las visitas familiares, las remesas se restringirán a un máxima de 1.000 dólares por persona cada tres meses, y se pondrá fin a las transacciones bancarias que usando un tercer país servían para mover el dinero de Cuba a Estados Unidos.
El anuncio de Bolton llega horas después de que el secretario de Estado, Mike Pompeo, informara que desde el 2 de mayo los tribunales estadounidenses admitirán las demandas contra empresas de todo el mundo que hagan negocio con los bienes confiscados por las autoridades cubanas tras la revolución de 1959.
Pompeo se ha referido a la Ley Helms-Burton, aprobada en 1996, que dio a los estadounidenses el derecho a demandar a empresas de todo el mundo que se lucren con los bienes confiscados por las autoridades castristas. Todos los Gobiernos norteamericanos habían dejado sin efecto esta cláusula.
«Durante más de 22 años, el Título III de la Ley LIBERTAD se suspendió con la esperanza de que el régimen cubano hiciera una transición hacia la democracia, pero la Administración de Donald Trump se ha dado cuenta de que los verdaderos dictadores lo ven como una debilidad», señaló Pompeo.
En concreto, mencionó el histórico diálogo iniciado en 2014 por los gobiernos de Barack Obama y Raúl Castro, para derribar el último muro de la Guerra Fría en América Latina. «El intento del presidente de Obama de moderar al régimen no funcionó», sentenció.
Una alto cargo del Departamento de Estado explicóo en un encuentro telefónico con medios de comunicación desde Bruselas que la decisión de reactivar el Título III supone reconocer el «fracaso» de la política estadounidense hacia Cuba en las últimas décadas.
Además, indicó que este paso obedece a las acciones del Gobierno cubano en la isla caribeña, donde «nada ha cambiado esencialmente», a pesar de la sustitución de Raúl Castro por Miguel Díaz-Canel hace un año. «Aún no hemos visto una transición hacia la democracia» y no esperamos verla en el «futuro cercano», ha lamentado.
También señaló a las acciones de Cuba en la región, donde «actúa socavando la democracia». En particular, la diplomática estadounidense ha aludido al apoyo brindado por las autoridades cubanas al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
«Durante años, el régimen cubano ha exportado su opresión a Venezuela. Los servicios militares, de seguridad e Inteligencia de Cuba mantienen a Maduro en el poder. Su comportamiento socava la estabilidad del Hemisferio Occidental y supone una amenaza directa para la seguridad nacional de Estados Unidos», defendió Pompeo en Twitter.
Venezuela y Nicaragua
En lo tocante a Venezuela, el Departamento del Tesoro ha incorporado al Banco Central de Venezuela (BCV) y a su presidenta, Iliana Josefa Ruzza, a la lista de sancionados para evitar que la entidad financiera «sea usada como una herramienta por la Inteligencia del régimen ilegítimo de Maduro».
El secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, aclaró que, pese a ello, «Estados Unidos ha dado pasos para garantizar que las transacciones regulares de crédito y de débito puedan realizarse y que las remesas personales y la asistencia humanitaria» sigan llegando.
En cuanto a Nicaragua, el Gobierno de Donald Trump suma a Laureano Ortega Murillo, el hijo del gobernante Daniel Ortega, y de su mujer y vicepresidenta, Rosario Murillo, y al Banco Corporativo (BanCorp) a esta «lista negra».
«El individuo y la entidad designados hoy apoyan a un régimen que, desde abril de 2018, ha castigado a la oposición política provocando la muerte de 325 personas, hiriendo a más de 2.000, encarcelando a cientos de actores políticos y de la sociedad civil y obligando a 42.000 nicaragüenses a buscar refugio en Costa Rica», dijo el Tesoro.
El subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Sigal Mandelker, precisó que Estados Unidos se ha dirigido contra Ortega Murillo y BanCorp «por su papel en la corrupción y en el blanqueo de capitales para la ganancia personal del régimen de Ortega».
«Estas acciones mandan el mensaje a todo aquel que siga apoyando al régimen de Ortega de que hay un precio por abusar de la economía y del pueblo de Nicaragua», remarcó Mandelker.
Posible redención
Como consecuencia, todos los activos de los sancionados que estén bajo jurisdicción estadounidense quedarán bloqueados y los empresarios norteamericanos no podrán hacer negocios con ellos.
El Tesoro ha recordado que la vocación de las sanciones no es ser permanentes porque el objetivo es «provocar un cambio de comportamiento positivo».