jueves , 26 diciembre 2024
Demian Rabilero del Castillo, director del Museo de la Imagen y el Sonido. PL

El director del Museo de la Imagen, acusado de violar la disciplina laboral por programar documentales de la Asamblea de Cineastas

Rabilero es acusado de programar una serie de documentales que “no se ajustan a la política cultural de nuestro país».

Santiago de Cuba (DDC) – Demian Rabilero del Castillo, director del Museo de la Imagen y el Sonido Bernabé Muñiz Guibernau, fue acusado de negligencia, violación de la disciplina laboral, entre otras cuestiones, por programar materiales de realizadores de la Asamblea Nacional de Cineastas, una organización no reconocida por el Estado cubano a cuyos miembros las autoridades culturales acusan de «tener posiciones contrarias al Gobierno».

En un documento oficial publicado por Rabilero en sus redes sociales, este es acusado de programar una serie de documentales de realizadores del mencionado grupo durante la III Semana de Audiovisuales, celebrada entre el 8 y el 13 de abril de 2024.

En el fragmento del texto se lee: «En esta semana se proyectan documentales, en la curaduría hecha por el compañero Demian aparece la Asamblea de Cineastas Cubanos y hay un día para ellos, que sería el sábado 13 de abril donde se proyectarían documentales que no se ajustan a la política cultural de nuestro país«.

El documento señala al director del Museo por incumplir con «su obligación de comunicar cualquier incidencia» al Centro Provincial de Patrimonio.

«El hecho se agrava si tenemos en cuenta (que) esta Asociación hace un donativo al Museo de libros y el compañero en cuestión realiza un video promocionando la semana, mostrando el donativo y agradeciendo él mismo a dicha Asociación, lo que sube por su perfil de Facebook con las correspondientes implicaciones que ello trae consigo», añadieron los redactores del documento.

Según el texto, Rabilero del Castillo incurrió en «violación de la disciplina laboral prevista en el artículo 29.1 del Decreto Ley 13/2020 en su inciso a) incumplir la Constitución, las leyes, reglamentos o cualquier otra norma jurídica o documento rector dictado (…); i) ser negligente en el desempeño de su cargo; j) traspasar los límites de su autoridad o hacer mal uso de ella; n) incumplir con las orientaciones de los superiores; m) afectar el prestigio, imagen u otros valores de la entidad, directamente; o) incurrir en las incompatibilidades establecidas para el cargo o actividad.»

El Museo de la Imagen, único de su tipo en la Isla, está ubicado en el reparto Vista Alegre de la ciudad de Santiago de Cuba. Tiene cuatro salas de exposición permanente que abordan la historia de la fotografía, el cine, la radio y la televisión. Además de un salón de protocolo, cuenta con una sala de cine y video y una bóveda fílmica donde se conservan materiales en soporte de 16 mm con temas variados.

«Nada de que arrepentirme, nada malo he hecho y cuenta atrás lo volvería a hacer. Demasiado hemos vivido y visto para saber que la mano que mece la cuna y ordena, hoy puede llevar flores al defenestrado de ayer, pero su ineptitud como su poesía son terribles», dijo Rabilero, quien no precisó cuál fue la sanción aplicada.

El director del Museo de la Imagen, una institución dependiente de la Dirección de Cultura de Santiago de Cuba, recibió numerosas muestras de solidaridad.

Para Kiki Álvarez, «la pelea cubana contra los demonios del dogmatismo y la exclusión está viva y sangrante. La irresponsabilidad de acciones como esta es una muestra de la falta de amor y compromiso por una Cuba con todos y para el bien de todos».

El profesor Gustavo Arcos escribió: «Bien por ti, Demian Rabilero. Mal por los que excluyen y sancionan. Este dictamen refleja muy bien donde está la maldad y la impunidad. Castigar a alguien por poner películas, por aceptar libros y carteles de cine, por promover el debate a partir de las imágenes generadas por los propios cineastas cubanos, es una muestra (más!!) del patético accionar de ciertas autoridades. Apoyo para ti.»

En opinión del director de teatro Atilio Caballero, «es exactamente la misma retórica y la misma mentalidad jodida de hace 40 años».