jueves , 28 marzo 2024
José Antonio Torres, un enfermero que ahora trabaja como "bicitaxi" o taxista en bicicleta, viaja por una calle de La Habana. (AFP)

El enfermero bicitaxista y la abogada estatua viviente: la realidad de los profesionales en la Isla

De las 201 actividades aprobadas por el gobierno para el trabajo informal, no llegan ni a diez las actividades cualificadas.

AGENCIAS | La Habana – El enfermero es bicitaxista; y la futura abogada, una estatua viviente (un hada inmóvil que atrae turistas).

Ambos podrían trabajar en lo suyo, pero los salarios (de los más bajos de la región) pulverizan el prestigio profesional en Cuba, apunta AFP.

José Antonio Torres se graduó como enfermero intensivista y Beatriz Estévez está a punto de terminar la Universidad.

De 38 años, mulato y delgado, Torres ganaba 20 dólares al mes. Colgó la bata blanca y ahora pedalea fuerte en La Habana por sus cuatro hijos.

Por su parte, Estévez, una soltera de 26 años, pasa una hora frente al espejo maquillándose como hada y cuatro, inmóvil, recibiendo propinas bajo la sombra habanera.

«En un día puedo ganar lo mismo que un enfermero en un mes, y un poquito más», justifica Torres.

«En un bufete no voy a ganar ni la mitad de lo que gano ahora mismo haciendo de estatua viviente», apunta Estévez.

El hada de la calle Mercaderes se lleva 20 dólares en una sola jornada. El sueldo promedio mensual ronda los 29. Un ingeniero industrial recibe, por ejemplo, 32 dólares al mes trabajando ocho horas diarias.

Muchos profesionales migran. Y los que se quedan, incluidos actores de televisión, se suman al floreciente sector turístico ya sea como meseros, taxistas o alquilando cuartos.

Medio millón de cubanos trabajan por su cuenta y su salario mensual cuadruplica el estatal.

Mientras se maquilla, Estévez habla sin enfado: «No me da pena decir que estudié Derecho y no lo quiero ejercer porque (…) todo el mundo sabe por qué pasan estas cosas».

Torres debió renunciar a uno de los mejores hospitales del país. «No fue una decisión fácil (…), pero tenía que buscar una alternativa para seguir manteniendo a mi familia».

Salarios insuficientes

«No me imagino un trabajador latinoamericano viviendo con 25 dólares mensuales», reconoce el economista cubano Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana de Cali.

Aunque hay una red de seguridad social que «da cierta protección» (señala el experto) la dualidad monetaria y su consecuente inflación; las reformas a medio cumplir y una inversión extranjera a cuentagotas exprimen el bolsillo.

El salario no alcanza, aun cuando cada cubano recibe algunos alimentos subsidiados por la libreta de abastecimiento.

El economista Pedro Monreal, autor de varios estudios sobre el tema, estima que el salario mensual medio debería aumentar cuatro veces (hasta los 116 dólares equivalentes) para cubrir la canasta básica.

En abril de 2016, Raúl Castro admitió que los salarios y pensiones «son insuficientes para satisfacer necesidades básicas».

Entre 2010 y 2015 el salario de médicos, deportistas y empleados de ciertas empresas creció un 43%. Los demás no recibieron el mismo ajuste.

De acuerdo con datos oficiales, en los últimos ocho años la economía ha crecido en promedio 2,3% del PIB, y los salarios solo han recuperado el 30% del valor adquisitivo que tenían en 1989, cuando inició la crisis por el desplome soviético.

Torres lo ilustra: «En un par de zapatos se te va el salario completo».

El Gobierno quiere mejorar la productividad para aumentar sueldos. Mauricio de Miranda, economista cubano de la Universidad Javeriana, cuestiona la ecuación.

«El tema no es sentarse a esperar a que aumente la producción para que aumenten los salarios, porque entre otras cosas la producción no aumenta por las restricciones que el propio Gobierno pone», señala a la AFP.

«Lo que tiene que hacer el Estado es permitir a los profesionales ejercer su oficio: de 201 actividades aprobadas por el Gobierno para el trabajo por cuenta propia, la mayoría son actividades no cualificadas. No llegan ni a diez las actividades cualificadas», lamenta el economista y profesor universitario Carmelo Mesa-Lago.

Asimismo, Mesa-Lago considera una pérdida económica el hecho de que muchos cuentapropistas con estudios universitarios y preuniversitarios se dediquen a actividades no cualificadas.

Entretanto, las matrículas universitarias descienden. En 2009-2010 se inscribieron 606.863 estudiantes, en el de 2014-2015 fueron 173.298, según la Oficina Nacional de Estadísticas.