Nicolás Maduro masacra el pueblo de Venezuela en su pretensión de constitucionalizar la tiranía
El Grupo para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba (GIRSCC) se une a la condena de gobiernos, organizaciones internacionales y regionales contra el gobierno de Nicolás Maduro, quien al imponer una ilegal y fraudulenta elección para una asamblea constituyente institucionaliza el Golpe de Estado y constitucionaliza la tiranía.
La jornadas del pasado domingo 30 de julio en Venezuela tuvieron una característica de violencia represiva que la elevan bajo cualquier parámetro internacional reconocido a la calificación de masacre perpetuada contra el pueblo de Venezuela.
Fueron 17 personas asesinadas por los organismos de seguridad del Estado, en una muestra de criminalidad y terrorismo de estado que supera las acciones de las más oscuras dictaduras de América Latina, y la muestra como fiel heredera de las atrocidades del castrismo, cuyos esbirros son la base teórica y operativa del ejercicio de la sangrienta violencia oficial.
En contraste con el 16 de julio pasado cuando la ciudadanía, convocada por la Mesa de la Unidad Democrática, colmó las calles de todas las ciudades para expresar su rechazo a la dictadura y a favor de la restitución del hilo democrático, lo más notable del domingo era el despliegue de las fuerzas de la represión, más que personas en los centros electorales.
Luego, en un acto vergonzosamente parcializado, la Presidenta del Consejo Nacional Electoral anunció una cifra de votantes desproporcionadamente falsa, superando los 8 millones de votantes. El pueblo venezolano y la comunidad internacional ha podido por su parte constatar la bajísima participación en la consulta ilegal. Luego en la madrugada del 31 de julio, Maduro ratificó la ficticia y fraudulenta cifra de 8 millones en un acto público en la Plaza Bolívar de Caracas con una asistencia sorprendentemente baja, que según conocedores de ese lugar público, afirman no pasó de unas 200 personas.
El GIRSCC, en representación del sindicalismo independiente de Cuba agrupado en la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), y por parte propia, seguirá solidarizándose con el pueblo y los trabajadores de Venezuela en esta nueva etapa de la lucha por su libertad ante una dictadura que ya no se esconde en ninguna formalidad democrática y se muestra al mundo tal como lo que siempre ha pretendido ser: una dictadura al bárbaro estilo de la cubana.
El pueblo de Cuba y Venezuela enfrentan a un enemigo común, sanguinario, represivo, hambreador y negador de todas las libertades, y cuyos secuaces muy pronto serán desalojados del poder.