domingo , 22 diciembre 2024
Rodrigo Alonso, secretario general del sindicato Solidaridad que impulsa Vox (P. Delgado / La Razón)

El líder del sindicato promovido por Vox: «Los millonarios del Ibex-35 financian la campaña del Gobierno»

Rodrigo Alonso habla sobre los meses que lleva al frente de Solidaridad, la nueva organización sindical impulsada por Santiago Abascal

Marina Alías | Rodrigo Alonso (Antas, Almería, 1980) fue uno de los primeros integrantes de Vox que logró poner un pie en las instituciones. Se convirtió en diputado en contra del viento demoscópico, cuando el partido liderado por Santiago Abascal irrumpió en el Parlamento de Andalucía con doce escaños.

Dos años después del campanazo electoral, compagina la actividad parlamentaria con su nuevo rol como líder sindical. Lleva cerca de tres meses al frente de Solidaridad, la organización promovida por el partido para captar a los trabajadores descontentos que no se sienten representados por UGT y CCOO. Y que trata de poner en la diana a «los millonarios del Ibex-35».

«Ellos están financiando la campaña mediática del Gobierno de España, a pesar de su negligencia y de que ha obtenido los peores datos en muertes de la pandemia arrastrando a este país a la cola de la recuperación», denuncia en conversación con Vozpópuli.

Según Alonso, los máximos responsables de las multinacionales, como Ana Botín, están a favor del «globalismo que rompe con la soberanía de las naciones». «Son apátridas, son los únicos que pueden permitirse no tener patria. Provocan flujos migratorios para tener mano de obra esclava y poder engrosar su cuenta de beneficios. Tenemos que parar esta locura. La patria es la única defensa que tienen los trabajadores», sostiene.

Licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de Granada, Alonso se presentó a los comicios andaluces como «empresario de Telecomunicaciones y marketing digital». Ahora, desde su nueva posición de líder sindical celebra que Solidaridad está atrayendo a miles de «curritos», muchos de ellos autónomos, y que ya forman parte de seis comités de empresa.

«Permítame que no le facilite los nombres de los centros de trabajo. Estamos recibiendo muchas presiones por aquellos que nos quiere ver caer», afirma. Dice que el sindicato ya ha superado los 10.500 afiliados y que cuenta con 27 secciones sindicales entre el ámbito público y el privado.

«UGT y CCOO son dos sindicatos de clase que no se ocupan de los derechos de los trabajadores. Se han vendido a los diferentes gobiernos de izquierdas por subvenciones y han asumido las políticas globalistas que destruyen a nuestros trabajadores y fomentan la mano de obra esclava», señala.

Lo peor -añade- no es que se hayan vendido ellos, sino que han vendido a los trabajadores. «No les vemos salir a la calle para acompañar a los trabajadores», advierte.

Celebra afiliación de «muchos ‘curritos'»

La sede de Solidaridad se ubica en el número 20 de la madrileña calle Antonio Maura y, según explica, a ella se acercan «muchos curritos». «Nos han advertido de que si nos vendemos al Gobierno, se irán. Tenemos muchos autónomos, totalmente abandonados, a los que no se les han reconocido los derechos que se han ganado a base de trabajar y que se han quedado sin ahorros porque el Gobierno, apoyado por los sindicatos de clase, se ha negado a darles su sueldo al tiempo que les impedía trabajar», critica.

El sindicato fue presentado a bombo y platillo el pasado 14 de septiembre en Coslada, uno de los bastiones del ‘cinturón rojo’ en Madrid. A la inauguración acudió toda la cúpula de Vox, pero Alonso reduce sus vínculos con la formación política al «patriotismo y anticomunismo».

A la inauguración acudió toda la cúpula de Vox, pero Alonso reduce sus vínculos con la formación política al «patriotismo y anticomunismo»

«Estamos muy agradecidos por el impulso que nos dieron al principio. A partir de ahí, somos conscientes de que son un partido político. Les exigimos lo mismo que al resto», reivindica.

Asegura que, fruto de la crisis sanitaria y económica, se están encontrando con «verdaderos dramas». «Mucha gente no tienen ni para llenar la nevera; hay trabajadores que se han visto obligados a ir a las colas del hambre y otros que afrontan deudas muy altas… Tampoco hay para los Reyes Magos», cuenta.

Carga contra la inmigración ilegal

Según Alonso, muchos trabajadores se comparan con el trato a los inmigrantes ilegales, mismo discurso defendido por Vox y que se repite con mayor intensidad desde la crisis migratoria que atraviesa Canarias.

«Ahora tenemos casi cuatro millones de parados. 750.000 personas en ERTE. Y estamos dejando entrar a inmigrantes ilegales. Llegan sin control sanitario, perjudicando nuestra salud. Se les da dinero. Y mientras, los españoles se preguntan, ¿por qué quien no cumple la ley se encuentra con la vida resuelta y yo que he estado trabajando y pagando impuestos estoy pidiendo comida en las colas del hambre?», plantea.

«No es lógico. Primero los trabajadores de España. Siempre. Es totalmente comprensible. Además, insisto, ya no es que lo diga Solidaridad. Es que nos llaman y nos lo dicen. Los españoles se sienten discriminados», asegura.

Preguntado por si cree que la ausencia de esa inmigración ilegal hubiese mejorado en algo la situación de los autónomos en un contexto de crisis sanitaria y económica como el derivado de una pandemia, el político andaluz responde que «el escenario que debería ser normal es que no exista la inmigración ilegal».

«Mientras los inmigrantes ilegales están en hoteles, los autónomos están ahogados porque el Gobierno destina recursos a quien no cumple la ley»

«Mientras ellos están en hoteles, los autónomos están ahogados porque el Gobierno destina recursos a quien no cumple la ley, no los destina al trabajador. Por tanto, todo el dinero que se destina a la ilegalidad deja de llegarles a los autónomos. Es puro sentido común», insiste.

Entre las medidas defendidas por Solidaridad destaca la de bajar impuestos. «Queremos que el dinero circule y lo hace cuando está en el bolsillo del trabajador… ¡Ojo! Hablamos del trabajador con un sueldo normal. El que cobra el salario mínimo podría cobrar 400 euros más si el Estado no le quitará impuestos. Un mileurista, en realidad, gana 2.000 euros, pero el Estado le roba 1.000… y luego acogemos inmigrantes ilegales», dice.

Alonso estuvo al frente de la Concejalía de Hacienda del Ayuntamiento de la localidad almeriense de Antas en dos legislaturas consecutivas. Como muchos otros integrantes de Vox, antes pasó por el Partido Popular. Algunos le reprochan que la deuda de las arcas municipales se disparase de forma desorbitada.

«Fue una época de mi vida en la que aprendí mucho. Después de más de 20 años de socialismo nos encontramos con un nivel de deuda y déficit que se vio agravada por la crisis financiera de 2009. Algunos no me reprochan la deuda, esos utilizan la mentira con el único propósito de hacer daño a mi imagen pública. Lo cual, me lo tomo como una medalla. La realidad fue bien distinta de lo que cuentan esos personajillos», zanja.

Sus expectativas como líder sindical para el nuevo año pasan por «trabajar y luchar por los derechos de los trabajadores». «Sabemos que nos van a insultar y que nos van a atacar. Nos da igual. A nosotros los trabajadores nos han dado una orden muy clara: recuperar sus derechos. El resto, es ruido y no lo escuchamos», concluye.