Durante la semana, se ha desatado una verdadera oleada represiva a lo largo y ancho de la Isla, contra numerosas organizaciones opositoras y de la sociedad civil.
DDC | La Habana | 23 de Septiembre (www.diariodecuba.com) – El régimen cubano desató un operativo masivo contra las oficinas del Centro de Información Legal(Cubalex), dirigido por la abogada Laritza Diversent, según informaciones recibidas por DIARIO DE CUBA, apenas horas después de que la Comisión Europea propusiera formalmente a los países de la Unión respaldar el acuerdo de cooperación y diálogo político con La Habana, que sustituiría la Posición Común vigente desde 1996.
Fuentes allegadas a Diversent declararon que fuerzas policiales intervinieron la sede y acusaron a todo el equipo de trabajo de Cubalex de «delitos económicos».
Desde las 10 de la mañana se apostaron dos perseguidoras y unos 20 sujetos vestidos de civil y una señora de bata blanca que dijo ser doctora. Esperaron a que todo el equipo de CUBALEX estuviera dentro de la vivienda para iniciar el operativo.
Rompieron la puerta del garaje con una pata de cabra y con una barreta la entrada de la cocina y comfiscaron todos los medios tecnológicos, computadoras, memorias y discos duros, incluso los de uso personal.
Una semana de represión intensa
Durante la semana, se ha desatado una verdadera oleada represiva a lo largo y ancho de la Isla, contra numerosas organizaciones opositoras y de la sociedad civil.
La Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) denunció el jueves la detención de 23 activistas y el encarcelamiento de uno de sus miembros, el que vendría a ser el «preso político número 43» de la organización.
El martes 20 de septiembre, agentes policiales y de la Seguridad del Estado impidieron que una docena de jóvenes opositores tramitasen en el consulado de España en La Habana visados para poder viajar a Madrid a recibir un curso de formación en el Instituto Atlántico.
Ese mismo día, el portavoz de la Coalición Sindical Independiente, Iván Hernández Carrillo, denunció que la policía política desplegó un gran operativo para frustrar una reunión de varios sindicalistas que buscaba unificar tres organizaciones sindicales de la Isla.
El domingo 18 de septiembre, la represión se desató contra las Damas de Blanco. 27 mujeres fueron detenidas en La Habana junto a varios activistas de la campaña #TodosMarchamos, en lo que vendría a ser el domingo 71 de represión continuada contra las marchas de la campaña.
Otro grupo de mujeres también fue reprimido el martes. La Seguridad del Estado desplegó un operativo cerca de la vivienda en la que celebrarían un encuentro, mientras mantenía recluidas en sus propias residencias a las participantes.
Las mujeres, coordinadoras de diferentes proyectos, planeaban presentar sus trabajos y redactar un documento único que presentarían a un foro internacional próximo a realizarse.
Por su parte, el pasado viernes, la activista Marthadela Tamayo, miembro del comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) fue secuestrada a la fuerza por agentes de la policía política y retenida e interrogada durante ocho horas. Sus amigos y familiares, desconocedores de su paradero, denunciaron su desaparición. Al ser liberada, Tamayo habló con DIARIO DE CUBA.
Otra víctima de la actual oleada represiva fue la Dama de Blanco Leticia Ramos. El sábado, la policía registró su vivienda durante dos horas.
Sobre las 8:30 AM, se presentó en su casa de Cárdenas, Matanzas, un operativo formado por 26 oficiales del Ministerio del Interior. Incautaron revistas, una publicación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y se llevaron detenido al esposo de Ramos.
Leticia Ramos se encuentra ahora bajo proceso de investigación, acusada de «desorden público». Las autoridades no le permiten salir de su casa.
La semana pasada, las autoridades también detuvieron, golpearon y desnudaron a tres mujeres activistas del Partido Arco Progresista (PARP) cuando se dirigían al Santuario de El Cobre. Las activistas llevaban camisetas con letreros sobre la campaña #Otro18, encaminada a promover candidatos alternativos a los del oficialismo para las «elecciones» de 2018.
Lejos de escatimar represión para conseguir el beneplácito internacional, a Raúl Castro ese beneplácito parece animarlo a reprimir más.