miércoles , 30 octubre 2024

El régimen utiliza a médicos para imponer tendencias en Twitter

Los médicos cubanos enviados a Venezuela son utilizados por el régimen para impulsar artificialmente tendencias oficialistas en la red social.

Madrid | DDC – El proyecto de periodismo de datos Inventario reveló este lunes un entramado del régimen cubano en el que los médicos cubanos enviados a Venezuela son utilizados para impulsar artificialmente tendencias oficialistas en la red social Twitter.

La investigación analiza la convocatoria y los resultados de un tuitazo convocado por el Partido Comunista de Cuba (PCC) con motivo del cumpleaños 91 de Raúl Castro, el pasado 3 de junio, así como recoge los testimonios de varios especialistas que escaparon de Venezuela recientemente, muchos de ellos afiliados a la no gubernamental Gremio Médico Cubano Libre.

Una parte del trabajo del medio independiente estableció semejanzas entre los tuits publicados el día del cumpleaños del general por miembros de las denominadas brigadas médicas cubanas en Venezuela y una orden que circuló internamente en los días previos a la celebración.

«Publicaciones de cuentas de cooperantes médicos y de otras misiones cubanas en Venezuela aportan evidencias de que este personal recibe órdenes por canales internos, como chats de WhatsApp, para impulsar artificialmente tendencias oficialistas», señaló Inventario.

Según el reportaje, para vigilar y fiscalizar la participación en estas campañas en redes sociales, la Misión Médica Cubana en Venezuela recurrió a Talkwalker, una herramienta de pago por el precio mínimo de 9.600 dólares al año. También, violó los términos de uso de la aplicación, que prohíben emplear sus servicios para vigilar a individuos y a grupos de personas.

Inventario inició su investigación a partir de las instrucciones que recibió por WhatsApp uno de los médicos cubanos en Venezuela. Además de las indicaciones de qué publicar, ordenaban participar «con gran intensidad» en «la intensa jornada» prevista para «celebrar el 91 cumpleaños del General de Ejército Raúl Castro Ruz».

A la etiqueta para la ocasión, #RaúlPorSiempre, se podrían añadir otras construidas por el oficialismo para justificar sus cuestionadas brigadas médicas como #CubaPorLaVida y #CubaCoopera.

«La etiqueta #RaúlPorSiempre fue impulsada de forma conjunta por varias comunidades de cuentas, principalmente por usuarios relacionados con la Misión Médica Cubana en Venezuela (@CubaCooperaVen), y por cuentas que forman parte de las redes de amplificación de etiquetas de propaganda promovidas diariamente por el Gobierno cubano», señaló Inventario.

Así, el proyecto de datos señaló que «el día del tuitazo las cuentas vinculadas a la misión médica mostraron un comportamiento muy similar al de las órdenes del mensaje filtrado. De hecho, comenzaron a hacerlo desde días antes. En la madrugada del lunes 30 de mayo, la etiqueta #RaúlPorSiempre –que no se usaba en Twitter desde el 17 de mayo–, reapareció en la cuenta de un usuario no identificado, y ese mismo día por la tarde fue retomada en una convocatoria hecha por un colaborador de la Misión Médica Cubana en Venezuela».

Añadió que «la etiqueta siguió tomando fuerza a un par de cientos a partir del miércoles 1ro. de junio (el día en que se filtró la orden), hasta llegar el viernes ciberfestivo a cerca de 29.000 tuits, de los cuales unos 10.000 cumplían al pie de la letra las órdenes de WhatsApp».

Según el doctor Roberto Carlos Tosca Bouzo, especialista en primer grado en Estomatología General Integral, la orden para desarrollar estas campañas parte de la Dirección Nacional de la Misión, a la Dirección del Estado, a los jefes del CDI (Centros De Diagnóstico Integral).

Tosca Bouzo, miembro de la brigada médica cubana en Venezuela desde 2017 hasta abandonarla en noviembre del 2021, dijo que las campañas en redes sociales son uno de los «platos favoritos en la Misión».

Los jefes de los CDI les piden a los cooperantes todos sus perfiles en redes sociales desde el momento en que llegan a Venezuela, según el testimonio de este galeno: «Ellos decían que una de las formas de elevar el prestigio de la Misión era escribiendo en redes sociales sobre sus logros».

Algunas de las fuentes entrevistadas por Inventario coincidieron en narrar que no solo debían entregar sus nombres de usuario en las diferentes redes sociales, sino también sus contraseñas, por «orientación de arriba».

Un ex colaborador, quien fuera Jefe de la Comisión Disciplinaria en su CDI, y quien habló en condición de anonimato por temor a represalias contra su familia en Cuba, dijo al medio al respecto: «Era obligatorio que los colaboradores dieran sus claves de sus redes sociales de uso privado, como Facebook, Instagram, Twitter, Youtube. Pero aparte de eso, te obligaban a seguir las redes sociales [de la Misión Médica Cubana], a comentar, a participar. Es uno de los requisitos, de los puntos que se ven en las reuniones de puntualización en el CDI y las reuniones de brigadas».

Antonio García Rodríguez comentó a Proyecto Inventario que la participación en la «batalla ideológica» es uno de los temas medidos en la especie de emulación que llevan. Esta puede incluir desde interactuar en las redes sociales con las cuentas oficiales de la Misión, hasta reportar los programas en YouTube de Alexander Otaola para que bloqueen su transmisión.

Según el testimonio de este otro médico fugado, a los más destacados los dejan llevar un aire acondicionado o televisor extra en el equipaje cuando viajan a Cuba. Sin embargo, la «emulación» también funciona como una herramienta de chantaje: a quienes están en una posición inferior, dijo, los amenazan con enviarlos para Cuba y ponerles «fin de misión» por no estar con los ideales del Gobierno cubano.

La violación de los derechos humanos de los médicos cubanos enviados al exterior ha sido ampliamente documentada y denunciada por varias organizaciones internacionales, entre las que destaca Prisoners Defenders, que desde 2019 a la fecha ha obtenido más de 1.800 testimonios de víctimas que describen condiciones laborales de esclavitud moderna en misiones de 47 países entre 2002 y 2022.