miércoles , 30 octubre 2024

El sacerdote Castor José Álvarez, secuestrado y desaparecido en Camagüey

La Ermita de la Caridad de Miami denunció hoy lunes en su cuenta de Facebook la detención violenta del sacerdote.

Jaime Septién (Aleteia) – Las históricas manifestaciones que bajo el lema de “Patria y Vida” emprendieron el día de ayer miles de cubanos, han tenido una respuesta muy dura por parte de las fuerzas gubernamentales. Esto se dio en diversas ciudades como San Antonio de los Baños, Pinar del Río o Camagüey.

Agentes del Estado, muchos de ellos vestidos de civil, junto a policías han arrestado a decenas de manifestantes. También han protagonizado enfrentamientos contra civiles desarmados, que pacíficamente en la mayoría de los casos han protestado por la severa crisis de alimentos y medicinas por la que atraviesa Cuba.

En este contexto, la Ermita de la Caridad de Miami (Florida, Estados Unidos: lugar donde se encuentra la mayor cantidad de cubanos en el exilio) denunció hoy lunes en las redes sociales la detención del sacerdote católicoCastor José Álvarez en Camagüey, en el centro de la isla caribeña.

¡Exigimos libertad!

“Golpeado y secuestrado por la Dictadura Cubana durante las Protestas del 11 de Julio en Cuba”, escribió el Santuario Nacional de Nuestra Señor de la Caridad en su página de Facebook. “¡Exigimos su Libertad Inmediata!” Durante mucho tiempo el padre Álvarez (49) ha sido un crítico del régimen comunista que se instaló en Cuba desde hace sesenta años.

Tanto las presiones cambiarias como la pandemia y el manejo centralista del Gobierno con respecto a la crisis que vive el país, han motivado que las manifestaciones en contra del régimen se extiendan por toda Cuba.

En la página de Facebook de la Ermita de la Caridad se pueden leer mensajes como el de Teresa Zúñiga:

“Señor Mío, Ten Misericordia de Todos Nosotros y El Mundo Entero ,Dios Bendiga Grandemente y Proteja a su Siervo Padre José Álvarez y Todos los que luchan por La Libertad”.

Según ha dicho la agencia Martí Noticias, el padre Álvarez forma parte de un grupo de sacerdotes jóvenes que han firmado numerosos manifiestos exigiendo condiciones de vida digna al gobierno cubano.

Lo han hecho instándolo a que atienda la crisis humanitaria del pueblo que carece de todo.

Una carta a Raúl Castro

En 2018 el padre Álvarez y los sacerdotes José Conrado Rodríguez y Melvis Roque escribieron una carta al exgobernante Raúl Castro reclamando elecciones libres en Cuba.

En esa misiva los sacerdotes cubanos afirmaban que “desde la institucionalización del Partido Comunista como el único partido autorizado a existir, nunca se ha permitido a este pueblo alzar una voz diferente, antes bien, toda voz diferente que ha intentado hacerse oír ha sido silenciada”.

La situación que prevalece en Cuba es caótica. Las agencias informativas y sus corresponsales tanto como los usuarios de las redes sociales (principal fuente de información de los acontecimientos del día de ayer) han tenido que superar todas las dificultades posibles para hacer llegar al mundo las manifestaciones y las protestas del 11 de julio.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que ha recibido informes “sobre uso de la fuerza, detenciones, agresiones a manifestantes y periodistas, además de cortes de la señal de Internet” así como “reacciones estigmatizantes por parte de altas autoridades contra personas que se manifiestan”.

La CIDH apuntó que estas protestas se deben a “la escasez de alimentos y medicinas” y a “la falta de garantías a la libertad de expresión y participación plural sobre asuntos de interés público” y ha llamado al Gobierno de Cuba “a cumplir con sus obligaciones con los Derechos Humanos, en particular el derecho a la protesta”.

La Iglesia en Camagüey

En Camagüey se ha gestado desde hace tiempo una fuerte presencia de la Iglesia católica, en la cual el padre Álvarez ha sido uno de sus protagonistas. En un documento reciente, la Iglesia que peregrina en esa diócesis histórica dijo:

“Las personas están cansadas y estresadas, lo que deteriora las relaciones sociales, familiares y personales. Sentimos que el pueblo no aguanta más, es una situación insostenible. La población desea alternativas factibles que encaminan al país hacia el desarrollo y el bienestar social”.

Esta previsión, quizá, comenzó a gestarse el día 11 de julio en toda la isla caribeña.