Juan Carlos Santana no reveló cuál era su cargo a las autoridades migratorias estadounidenses al presentar la solicitud de asilo.
Miami (DDC) – Los funcionarios del régimen cubano siguen llegando, pidiendo asilo político y entrando a EEUU, a pesar de que las leyes de este país impiden otorgar tal condición a personas que hayan sido miembros o hayan estado vinculadas al Partido Comunista de Cuba. El caso más reciente es el del viceministro de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, Juan Carlos Santana Novoa, quien se desempeñaba en su cargo al momento de solicitar el asiloeste lunes en la frontera sur, en Nogales, Arizona, informó Martí Noticias.
Fuentes gubernamentales y de las agencias de inmigración confirmaron a dicho medio que el alto funcionario cubano no reveló cuál era su cargo a las autoridades migratorias estadounidenses al presentar la solicitud de asilo. Santana Novoa se encuentra en libertad luego de cumplimentar los trámites permitentes y tiene fecha para presentarse en la corte el 21 de agosto de 2026 a las 8:30AM.
«Nosotros no teníamos idea de quién era ese hombre hasta el momento en el que llegamos a la frontera y lo llamaron por su nombre. Éramos ocho cubanos en el grupo. Él estaba en Tamaulipas y nos pidió unirnos para hacer la cita de CBP One», dijo Yureide Aldana, una de las inmigrantes que acompañaban al viceministro, a Martí Noticias.
El Departamento de Seguridad Nacional de EEUU no contestó una solicitud de comentarios de Martí Noticias, algo que se ha repetido en casos similares anteriores. La Policía de Inmigración de EEUU (ICE) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), tampoco accedieron a comentar el hecho.
Santana Novoa fue nombrado viceministro el 11 de enero de 2022 y no existe ninguna nota publicada por la prensa oficial cubana ni por los canales informativos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que indique su remoción, por lo que ocupaba ese cargo al momento de asilarse.
«Nosotros siempre estábamos bromeando con él, diciéndole que parecía un dirigente cubano, pero no sabíamos quién era en realidad. De hecho, él nos contó que perdió una cita de CBP One por estar en Cuba y era muy misterioso con todo lo relacionado con su familia y su pasado», dijo Yeima González, otra miembro del grupo de viaje a Martí Noticias y acotó que, de ese grupo, solo Santana Novoa fue aceptado para entrar a EEUU.
Una publicación en Facebook de la Embajada de Cuba en México fechada el 4 de septiembre aseguraba que Santana Novoa intervendría en el panel titulado «Reformas Estructurales y Longevidad» de la I Cumbre Técnica de las Comisiones Americanas de Seguridad Social, que se desarrollaría en la Ciudad de México, lo que hace suponer, sin que existan elementos que lo corroboren ni lo desmientan, que el viceministro no regresó a La Habana luego de este viaje de trabajo.
Este caso sucedió el mismo día que el Gobierno de Joe Biden anunció nuevas medidas para endurecer las restricciones de asilo en la frontera sur. Los cambios, que entraron en vigor de inmediato, hacen mucho más difícil permitir que las personas que ingresan al país entre los cruces fronterizos oficiales soliciten asilo. Entre las nuevas regulaciones, la Administración afirmó que estará prohibido conceder asilo a los migrantes cuando los funcionarios estadounidenses consideren que la frontera sur está abarrotada.
El comunicado del Departamento de Seguridad Nacional indicó, asimismo, que las nuevas reglas «elevarán el estándar que se utiliza para evaluar ciertas solicitudes de protección y acelerará nuestra capacidad para expulsar rápidamente a quienes no califican para la protección».
Entre los funcionarios cubanos llegados a EEUU a través de la frontera, el CBP One y el parole humanitario, hay jueces, fiscales, altos responsables del Partido Comunista, jefes de prisiones y hasta miembros de la llamada Sección 21, del Ministerio del Interior, dijo Rolando Cartaya, de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC), en el programa Los Puntos a las Íes de DIARIO DE CUBA.
«Tenemos alrededor de 95 represores documentados, que han llegado a EEUU con un historial de represión en Cuba. No me parece que, de pronto, tuvieron una epifanía y dijeron ‘no, esto es malo, me voy’. A los miembros del MININT antes les pedían cinco años para desvincularse. Y ahora piden la baja y llegan a EEUU. Me parece que eso tiene otras intenciones», añadió el veterano periodista.