El 90% de los emprendedores cubanos enfrentan trabas y presiones estatales, revela encuesta realizada por la ASIC y la ACTAE.
La Habana (DDC) – El 90% de los emprendedores cubanos afirman no percibir apoyo para ejecutar sus actividades, «al contrario, encuentran trabas para asociarse o reciben un trato desfavorable si no son afines al Gobierno», recogió la encuesta «MIPYMES y Cuentapropismo», realizada entre octubre y diciembre de 2024 por la Asociación Sindical Independiente de Cuba y la Asociación Cubana de Trabajadores Autónomos y Emprendedores y presentada recientemente por el Observatorio de Derechos Laborales y Sindicales.
Los 356 encuestados, que participan, ya sea como dueños o trabajadores, del sector privado en la Isla, identificaron que las principales dificultades son los altos costos, la corrupción, los impuestos elevados, la presión estatal, la ineficiencia y los problemas de conectividad que frenan la promoción y modernización de los negocios. Asimismo, el 34% reconoció que depende de remesas para iniciar y sostener sus emprendimientos.
No obstante, el 93% indicó que, a pesar de las dificultades, reconocen que el sector privado independiente tiene potencial para promover el empleo y mejorar la oferta de bienes y servicios en la Isla. En tal sentido, el 77% ve negativas las nuevas regulaciones por limitar el emprendimiento y causar alza de precios, cierres de negocios, escasez y desempleo, mientras el 95% percibe que el Instituto Nacional de Actores Económicos no Estatales refuerza la burocracia, reprime la iniciativa privada y fortalece los mecanismos de control.
Sobre la reciente creación de dicho organismo, uno de los encuestados dijo: «Considero que es una forma de ahogar al sector privado, porque en Cuba todo lo que escapa al control gubernamental es prohibido». Al tiempo que otro agregó: «Llevará al aumento de precios de insumos en el mercado negro y hará que uno piense más de dos veces antes de emprender un nuevo negocio».
La encuesta resaltó, además, que el 57% de quienes participan en el sector privado aseguran que su negocio les permite subsistir junto a sus familias; de estos, un 27% logran reinvertir en su emprendimiento, aunque solo un 2% busca expandirse. El estudio demostró, asimismo, que más del 50% de las familias cubanas y un 15% de los trabajadores independientes dependen del sector privado para su sustento.
Ante este panorama, las organizaciones que llevaron a cabo la encuesta concluyeron que «el sector de trabajadores por cuenta propia y MIPYMES no solo es el principal generador de empleo en el país, sino que también ofrece los salarios más competitivos en comparación con el sector estatal. Sin embargo, opera bajo constante presión del régimen y enfrenta un marco legislativo restrictivo que limita su desarrollo. En una futura Cuba democrática, las pequeñas y medianas empresas serán pilares fundamentales tanto del mercado laboral como de la economía nacional».
En tal sentido, la economista Rafaela Cruz, en un artículo reciente publicado por DIARIO DE CUBA, opinó: «En vez de impulsar, el castrismo lleva meses entorpeciendo el desarrollo del minúsculo sector privado, único con algún dinamismo en la Isla. Igualar hacia abajo es costumbre socialista, dado que las empresas estatales no levantan. Y como permitir que las privadas sigan ganando protagonismo desmiente el cuento de la justicia social garantizada por el Estado, se le ponen palos en las ruedas al sector privado para que todo esté igualmente mal. Así, los del Gobierno podrán seguir igualmente bien, porque aquí todos somos iguales, aunque algunos más iguales que otros».
Documento relacionado: Encuesta: Mypimes y cuentapropismo.