Los agentes de Inmigración le dijeron que la prohibición no era asunto de ellos, que probablemente viniera de la Seguridad
MIAMI, Estados Unidos – Mediante la prohibición de salida del país en el aeropuerto Internacional José Martí, en horas de la mañana de hoy, el gobierno cubano impidió la participación del periodista Augusto Cesar San Martín Albístur en la Conferencia Regional “El futuro del periodismo”, que se llevará a cabo en Ciudad Panamá del 1 al 4 de diciembre del 2017.
Después de chequear su boleto, el periodista fue retirado de los controles de inmigración y conducido a una oficina donde le informaron que no podía viajar. Sobre el suceso, San Martín cuenta:
“Parte del grupo que asistirá a la conferencia pasó a la misma vez el control de inmigración. A mí me llevaron para una oficina. Una oficial y otro con grado de mayor me informaron que tenía prohibida la salida del país y rompieron el boleto. Ninguno pudo decirme los motivos. Lo que sí me dejaron claro es que Inmigración no tiene nada que ver con la negativa”.
San Martín afirmó a los oficiales que no tenía deudas pendientes con el Estado cubano, lo que dejaba claro que los motivos eran represivos.
“El propio oficial me dijo que prefería no saber los motivos de la prohibición. A su juicio, debían ser órdenes del Ministerio del Interior”, agrega.
Una semana antes de la prohibición de salida del país, el periodista fue amenazado por dos oficiales de la policía política con ser reprimido si realizaba coberturas sobre el primer aniversario de la muerte de Fidel Castro y las “elecciones” municipales que se llevaron a cabo el domingo 25 de diciembre.
Augusto César fue invitado a la Conferencia Regional en Panamá por el Centro Latinoamericano de Periodismo (CELAP), una fundación sin fines de lucro, creada en 1995, que tiene como única labor, la profesionalización de los periodistas de la región.
La prohibición de la libertad de movimiento de periodistas independientes y activistas de la sociedad civil es uno de los métodos represivos que utiliza el Gobierno cubano, violando el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y su propia Constitución.