Pese a que la ‘Tarea Ordenamiento’ ha afectado a muchos negocios particulares cubanos, sus dueños rehúsan volver a empleos estatales.
El 83% de los trabajadores privados en Cuba ha sufrido pérdidas económicas en 2022 y el 85% ha resultado afectado de alguna manera tras la denominada «Tarea Ordenamiento» implantada por el Gobierno, según una encuesta realizada por la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) y la Asociación Cubana de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (ACTAE).
Para la encuesta, «Situación del sector cuentapropista en Cuba 2022«, cuyos resultados revela DIARIO DE CUBA, se entrevistaron de manera personal y por teléfono 500 personas en ocho provincias (La Habana, Matanzas, Mayabeque, Cienfuegos, Villa Clara, Las Tunas, Holguín y Santiago de Cuba), entre el 2 de junio y el 22 de agosto de 2022, y con un índice de error del 5%.
Con el sondeo, la ASIC y la ACTAE se plantearon, entre otros objetivos, «indagar sobre las problemáticas entre los trabajadores por cuenta propia a la sombra de las medidas dictadas por el Gobierno; identificar propuestas y sugerencias para el desarrollo y consolidación del sector y recoger comentarios que reflejen lo que vive la población en general en la crisis económica, política y social más grande las últimas seis décadas» en la Isla.
El 6% de los encuestados tienen su establecimiento o servicio en locaciones rurales, el 29% en localidades semi rurales y el 65% en zonas urbanas, las de mayor actividad comercial. En Occidente, se localiza el 51% de los cuentapropistas entrevistados, en el Centro, el 24 % y en Oriente, el 15%.
Del total de participantes en la encuesta, el 39% corresponde al sexo femenino, el 60% al masculino y el 1% a la comunidad LGTBIQ+.
Las organizaciones sindicales independientes señalaron que en Cuba «no existe una política definida para beneficiar el cuentapropismo entre las mujeres, madres solteras y otros sectores vulnerables».
Por grupos etnoculturales, el 43% de los encuestados son blancos, el 22% afrodescendiente, el 16% mestizos y un 1% no ofreció respuesta al respecto. El 74% de los trabajadores por cuenta propia en Cuba tienen entre 18-50 años y el 26%, más de 50 años.
El 63% de los negocios identificados en la encuesta son de tipo personal, el 30% familiar, el 6% cooperativo y el 4% de otro tipo. El 75% corresponde a servicios, el 19% a producción y el 6% a otros.
«El servicio es el tipo de negocio privado más extendido en Cuba. Esto se deriva de la propia deformación estructural de la economía centralizada, en la que se ha planificado el fortalecimiento del sector de servicio y turismo en detrimento del sector productivo y agrícola de la economía», apuntó el sondeo.
«La baja masa de productores es uno de los obstáculos del trabajo por cuenta propia en Cuba. Una futura economía debería tener una estructura diversificada encaminada a generar empleos útiles y productivos, al mismo tiempo que se amplía el sector turístico», añadió.
De acuerdo con la encuesta de la ASIC y la ACTAE, el 85% ha sufrido el impacto del «ordenamiento monetario» y solo el 8% respondió que no. Algunos encuestados expresaron su «desilusión, frustración y cansancio ante la situación que viven».
«La situación social y económica complica cada vez más nuestro trabajo, no tenemos recursos y además no tenemos compradores; Antes nos faltaban diez cosas para funcionar, ahora nos faltan todas y lo peor, no vemos fecha probable de un alivio; Este país es un desastre, aquí todo el mundo quiere irse, pero no todos tenemos dinero para llegar a Estados Unidos. Quiero mantener mi negocio y no voy a regresar a trabajar para el Gobierno», fueron algunos de los comentarios realizados durante las entrevistas.
«A mí no me afecta el ‘Ordenamiento’, a mí me afecta este gobierno. Ya vivimos en cavernas, cocinamos con leña, no sabemos qué va a pasar mañana. Esto no es vida; Mi familia aquí recibe dinero, recargas, comida y medicina, somos realmente unos privilegiados. Pero de qué nos sirve cuando se va la luz, los equipos no funcionan, la comida se pudre, los mosquitos te masacran, no tienes agua. Lo que pudiera ser una ayuda en otros tiempos ahora no es nada», añadieron otros entrevistados.
A la pregunta de «¿cómo está logrando hacer funcionar su negocio en las actuales condiciones de crisis económica?», el 45% respondió que con «ayuda del exterior». El 35% con dinero familiar, el 0% con préstamos bancarios y el 21% a través de otros medios.
Según los resultados del sondeo, algunos manifestaron abiertamente que los dueños de sus negocios son sus familiares en el extranjero, quienes sostienen el peso de las pérdidas inevitables en estos tiempos.
«De los encuestados, solo una persona expresó que opera con préstamos bancarios. Esto llama la atención, ya que aun cuando el régimen señala que está otorgando fondos para financiar al cuentapropismo, muy pocos son los que lo acepten o los que son aprobados para ser financiados», dice el documento.
Un total de «103 entrevistados manifestaron que obtienen recursos de otras fuentes, lo cual podría inferirse que son sustraídos de los almacenes estatales, ya que este mecanismo de sobrevivencia está extendido por todo el país», añade.
De los 500 encuestados, 480 (el 96%) respondieron que no tienen apoyo financiero, bancario o legal para desarrollar su trabajo y que «todo fluye por obra y gracia, como todo en Cuba».
A la pregunta de si ¿ha tenido que prescindir de algún empleado en la actual situación?, el 84% respondió que sí y a la de si ¿ha tenido su negocio pérdidas o ganancias en este año?, el 83% dijo que sí y un 6% no supo definir.
Solo un 6% de los encuestados (37) están satisfechos con el manejo por el Gobierno del sistema impositivo para el sector. 422 encuestados (el 84%) dijeron no estar de acuerdo con los impuestos aprobados por la Asamblea Nacional para el sector.
La ASIC y la ACTAE también indagaron por las formas de adquisición de los insumos necesarios. El 52% lo hace a través de importaciones del extranjero, el 27% a través de las denominadas «mulas», un 4% mediante las empresas estatales, otro 4% a través de las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) y un 8% por «otros medios».
Según la encuesta, 424 emprendedores cubanos (el 85%) reafirmaron que continuarán ejerciendo el trabajo por cuenta propia, lo cual evidencia que es una posibilidad de empleo real y que, aun con todos los problemas, los cubanos apuestan a ser dueños de sus propios negocios y no trabajar para el Gobierno.
Según datos de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), más de 600.000 ciudadanos laboran como trabajadores independientes y pequeños empresarios en Cuba, un dato a cuestionar tras la estampida migratoria de los últimos 12 meses y la ausencia de un contexto favorable para el éxito laboral.
«Trabas absurdas, carencias de todo tipo, serios problemas con la generación eléctrica, inexistencia de mercados mayoristas, nulos compromisos del poder con las reglas básicas de la economía de mercado como única vía para el desarrollo y una insolvencia económica generalizada, podría llevar a una reducción significativa en el número de cubanos que optan por esta forma de empleo», alertan las organizaciones sindicalistas en su encuesta.
Por otra parte, lamentan que, «en su afán por ganar reconocimiento internacional con una apertura económica en este sector, el régimen cubano ha diseñado una estrategia basada en la creación de sus propias estructuras de emprendedores, en su inmensa mayoría ex miembros del estamento militar, burócratas al servicio del Partido y sus familiares».