La nueva ley otorga a estos trabajadores derechos laborales, seguridad social, contratos legales y protección contra actos sexuales no consensuados.
1 de diciembre (Schrader / UPI) – Una nueva ley en Bélgica que otorga derechos laborales a las trabajadoras y trabajadores sexuales entró en vigor este domingo, tras la decisión del país europeo en 2022 de despenalizar el trabajo sexual, en lo que los grupos de defensa han celebrado como un paso importante para los derechos de las trabajadoras y trabajadores sexuales a nivel global.
«Hoy es un día muy histórico para nosotras, las trabajadoras sexuales. Bélgica es el primer país que cuenta con una regulación laboral para trabajadoras sexuales que trabajan para un jefe», declaró una trabajadora sexual que utiliza el seudónimo Mel, el domingo, en un video compartido por la Unión Belga de Trabajadoras Sexuales (UTSOPI).
«Estoy muy orgullosa de ser una trabajadora sexual belga ahora mismo. UTSOPI tuvo un trabajo muy difícil para lograr esto.»
La ley fue aprobada por el parlamento belga con 93 votos a favor, 33 abstenciones y ninguno en contra, en mayo de 2024, tras dos años de cabildeo por parte de UTSOPI y sus socios Violett y Espace P.
Específicamente, la legislación consagra importantes protecciones para las trabajadoras y trabajadores sexuales, incluyendo el derecho a rechazar a un cliente, el derecho a negarse a realizar un acto sexual, el derecho a interrumpir un acto sexual en cualquier momento y el derecho a realizar un acto sexual de la manera que deseen. Además, si una trabajadora sexual teme por su seguridad, puede negarse a trabajar tras una ventana o anunciar sus servicios.
La ley belga ya establece que la violación y los actos sexuales no consensuados son ilegales, pero ahora el empleo de las trabajadoras sexuales estará protegido cuando decidan no participar en actos sexuales que no deseen realizar. En entrevistas realizadas por la BBC, varias trabajadoras sexuales relataron haber sido presionadas para realizar actos sexuales en contra de su voluntad.
Asimismo, las trabajadoras sexuales ahora pueden firmar contratos legales con sus empleadores y rescindirlos en cualquier momento sin previo aviso. Si rescinden un contrato laboral, no perderán sus derechos al desempleo. Además, los empleadores deberán equipar sus instalaciones con botones de pánico.
«Gracias a esta ley, las trabajadoras sexuales también podrán trabajar bajo un contrato laboral, accediendo así a la seguridad social: pensiones, desempleo, seguro de salud, beneficios familiares, vacaciones anuales, licencia de maternidad», señaló UTSOPI en un comunicado.
«Al mismo tiempo, la ley garantiza que las trabajadoras sexuales en el lugar de trabajo estén protegidas contra riesgos laborales y se imponen condiciones a los empleadores.»
No obstante, aunque el sindicato elogió las medidas legales, también advirtió en declaraciones a The Guardian que la ley podría ser utilizada para reducir o eliminar el trabajo sexual en ciertos municipios y gobiernos locales. (Trd. CS)