Pittsburg (Sindical Press) – Nelson Molinet, opositor cubano y exprisionero político, fue encontrado sin vida en Florida. Desde el pasado lunes 7 de agosto se encontraba desaparecido, según un reporte de la policía a instancias de una denuncia interpuesta por sus familiares.
Molinet, de 59 años, padecía de un estado de demencia avanzada a raíz de problemas mentales agravados por los 7 años y medio que estuvo en prisión, como parte del Grupo de los 75.
En el momento del arresto y condena a 20 años en la primavera de 2003, se desempeñaba como presidente de la Confederación de Trabajadores Democráticos de Cuba (CTDC).
El vehículo donde fue hallado el cadáver fue localizado en la ciudad de Hallandale Beach, ubicada a aproximadamente 27 millas de Sweetwater, donde residía. Fuentes policiales alegaron que el cuerpo no presentaba signos de violencia. Hasta el momento se desconocen las causas del deceso.
En marzo del 2012 se asentó en los Estados Unidos de manera definitiva tras abandonar España, país hacia donde fue desterrado con su familia en el 2010, como parte de las negociaciones entre la Iglesia Católica, el gobierno español y el régimen de La Habana.
Su lucha a favor de los derechos sindicales se caracterizó por una probada integridad y determinación al asumir sus responsabilidades sin importar los riesgos.
Decenas de personas han mostrado su consternación en las redes sociales, destacando su trayectoria en el movimiento prodemocrático y sus cualidades como padre de familia y amigo.
“El sindicalismo independiente ha perdido a uno de los mejores luchadores. Nelson fue un gran hombre, sencillo, honesto, capaz, transmitía fuerza por su valor, siempre muy comprometido con la causa, declaró Iván Hernández Carrillo, secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC).
“Puedo decir esto porque lo conocí personalmente. Trabajamos juntos muchas veces. Su ausencia se hará notar. Martí decía que la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Mis condolencias a sus familiares”, agregó.
El Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa de Cuba (GIRSCC), también mostró su pesar por la repentina desaparición física del activista sindical.
Nelson fue incluido en el Caso No. 2258 presentado por la CLAT y la ORIT ante el Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo, en abril del 2003 (caso cerrado en la actualidad). Luego de su salida de la prisión relató las condiciones infrahumanas que vivió en la cárcel, y los abusos y torturas de los que fue testigo.
Le sobreviven su esposa Kirenia Guerra y su hija Karen Molinet.