Muchos han criticado la elección de profesionales de un país que no satisface las necesidades de agua de sus ciudadanos.
(Hanno Labuschagne) – Los 24 ingenieros cubanos que el gobierno sudafricano ha importado para ayudar a solucionar la crisis del agua en el país no pueden realizar trabajos de ingeniería a menos que sus cualificaciones sean evaluadas y aprobadas exhaustivamente, o que estén supervisados por un ingeniero registrado.
Así lo afirma el Consejo de Ingeniería de Sudáfrica [ECSA, por sus siglas en inglés], organismo oficial del país encargado por la Ley de la Profesión de Ingeniería [EPA, por sus siglas en inglés] de acreditar los programas de ingeniería, registrar a las personas como profesionales en categorías específicas y regular la práctica de dichos profesionales.
La ECSA respondió a la ministra de Asentamientos Humanos, Agua y Saneamiento, Lindiwe Sisulu, que acogió con satisfacción la llegada de los ingenieros la semana pasada.
Los ingenieros fueron traídos para ayudar en un proyecto de restauración de la infraestructura del agua como parte de un acuerdo bilateral de 2014 entre Sudáfrica y Cuba.
«Los especialistas cubanos altamente cualificados ayudarán como asesores a nivel provincial y local en todo el país, compartiendo sus vastas habilidades en las áreas de ingeniería mecánica, eléctrica y civil, así como la gestión de proyectos», declaró el departamento.
El departamento dijo a News24 que el proyecto costaría aproximadamente 65 millones de rands (más de 4.5 millones de dólares) en el presente año financiero.
Cuestiones reglamentarias
El director general de la ECSA, Sipho Madonsela, afirmó que existen problemas normativos que impiden al gobierno utilizar a los ingenieros cubanos para realizar trabajos en las infraestructuras hidráulicas.
Sudáfrica, a través de la ECSA, es miembro y firmante de tres Acuerdos de la Alianza Internacional de Ingeniería [AIE por sus siglas en inglés], a saber, los Acuerdos de Sidney, Dublín y Washington, que regulan el reconocimiento de las cualificaciones educativas y la competencia profesional de los ingenieros.
«Ser miembro de la AIE sitúa a la ECSA y a Sudáfrica al mismo nivel que sus homólogos internacionales en cuanto a la garantía de calidad de la formación de ingenieros, el registro y la práctica profesional», declaró Madonsela.
Por ello, el reconocimiento de los ingenieros de Cuba o de cualquier otro país no es automático.
Como Cuba no es miembro de la AIE ni firmante de ninguno de los acuerdos, sus cualificaciones de ingeniería no estaban oficialmente reconocidas en Sudáfrica.
Madonsela dijo que, por lo tanto, los ingenieros cubanos debían solicitar primero su registro profesional en la ECSA antes de poder realizar trabajos de ingeniería en las infraestructuras sudafricanas.
Para ello sería necesario que la Autoridad Sudafricana de Cualificaciones [SAQA, por sus siglas en inglés] evaluara las cualificaciones de los ingenieros de acuerdo con las normas académicas de la Ley NQF.
«El consejo lleva a cabo la evaluación de la educación de acuerdo con la política E-17-P para determinar si la solicitud es sustancialmente equivalente a las calificaciones de base BSc/BEng de acuerdo con las normas de calificación de la ECSA», dijo Madonsela.
«La evaluación de la ECSA es técnica respecto a los componentes de ingeniería y para determinar si los graduados cubanos son competentes y elegibles para el registro», dijo.
Madonsela añadió que, aunque la EPA no hace obligatorio el registro en la ECSA en Sudáfrica, no hacerlo limita significativamente la cantidad de trabajo que una persona puede realizar.
«Ser una persona no registrada limita el alcance de los trabajos de ingeniería, porque si no está registrado en la ECSA un ingeniero no puede firmar proyectos y diseños de ingeniería, ya que ese trabajo sólo puede ser realizado por ingenieros registrados en la ECSA», declaró Madonsela.
«Además, si un ingeniero no está registrado tiene que trabajar bajo la supervisión de un ingeniero profesionalmente registrado en todas las categorías profesionales: Pr Eng, Pr Tech Eng, Pr Techni Enge y Pr Cert Eng», añadió Madonsela.
Reacciones
Los partidos políticos y las organizaciones sindicales han criticado en los últimos días la decisión del gobierno de obtener ayuda de Cuba en detrimento del talento local.
El sindicato Solidaridad ha enviado al departamento una lista de 120 ingenieros sudafricanos que, según él, están cualificados, son competentes y están dispuestos a ayudar a arreglar las infraestructuras hidráulicas del país.
El director general de Solidaridad, Dirk Hermann, dijo que no había excusa para que el gobierno no utilizara los recursos propios de Sudáfrica.
El sindicato dijo que no estaba justificado importar trabajadores extranjeros en medio de una crisis de desempleo, con una tasa oficial de paro en Sudáfrica de casi el 33%.
«Es una pena que el propio gobierno no se tome en serio el llamamiento del presidente a principios de año para apoyar a los empleados y empresas locales», declaró Hermann.
«Si la ministra fue realmente incapaz de encontrar trabajadores locales que quisieran hacer el trabajo, entonces no buscó mucho. Por lo tanto, le llevaremos a los ingenieros».
Muchos comentaristas también han criticado al gobierno por haber elegido a profesionales de Cuba en particular, un país que al parecer tiene dificultades para satisfacer las necesidades de agua de sus propios ciudadanos.
Un informe del New York Times afirmaba que Cuba se encontraba en una batalla constante para suministrar agua limpia, con un amplio abanico de trabajadores –incluyendo inspectores, fumigadores, conductores de camiones y colocadores de tuberías– que debían coordinarse cada día para llevar agua limpia a los cubanos.
«Para gran parte de la población, el agua corriente sólo está disponible de forma esporádica, en algunos casos durante una o dos horas al día cada unos días», afirma el informe.
Sin embargo, Sisulu ha defendido la decisión, alegando que los cubanos habían ayudado a resolver problemas de agua similares en su país.
Ha mantenido que ningún ingeniero civil sudafricano estaba dispuesto a trabajar en zonas rurales durante tres años.
Sin embargo, la Institución Sudafricana de Ingeniería Civil [SAICE, por sus siglas en inglés] afirmó el mes pasado que nadie del gobierno se había puesto en contacto con ella para pedirle ayuda para solucionar la crisis del agua.
Según un informe de investigación de la periodista de Netwerk24 Jana Marx, actualmente hay unos 1.000 ingenieros civiles desempleados en el país.