domingo , 29 diciembre 2024
Iván Hernández Carrillo, secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba.

Iván Hernández Carrillo: “El pueblo cubano tiene la esperanza de un nuevo amanecer porque vive con la mística de la voluntad del cambio”

(Micaela Hierro Dori/Cuba Democrática) Iván Hernández Carrillo, oriundo de Matanzas, es bibliotecario, sindicalista y periodista independiente. Fue preso político de la ola represiva de la Primavera Negra de 2003. Ha participado en numerosas iniciativas de diálogo y de concertación de la sociedad civil independiente en los últimos 30 años. Actualmente, es Secretario Gral de la Asociación Sindical Independiente de Cuba y miembro del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel.

MHD ¿Puede contarnos sus inicios en el activismo sindical, que lo llevó a involucrarse, que referentes de la sociedad civil conoció primero y cómo se fue vinculando con otras organizaciones?

IHC: Mis primeros pasos dentro del activismo los di en una prisión corría el año 1992 apenas tenía 21 años muy joven y mis inquietudes políticas me llevaron a ser blanco del totalitarismo de un régimen stalinista que persigue a quienes tienen opiniones distintas de los que ostentan el poder en aquel entonces me acusaron de propaganda enemiga y  desacato a la figura del gobernante cubano Fidel Castro. Consecuentemente, me condenaron a 2 años de privación de libertad. Fue horroroso lo que viví en la cárcel en aquella primera vez. Además, tomó por sorpresa a mi familia y vecinos que me veían como un joven callado y estudioso. Lo que sin dudas me llevó a involucrarme en este movimiento fue lo vivido en el Instituto Politécnico de Electrónica de Boyeros en La Habana, donde estudiaba. Fue allí que se acentuaron las diferencias y me di cuenta que de lo que tanto alardeaban no tenía nada que ver con la realidad, me hablaban de igualdad, de derechos y la realidad era otra bien distinta tenía profesores que odiaban a los negros y como era una escuela con ciertas caracteristicas que la hacía única en el país en aquel entonces no tenía otra opción que estar allí eso me marcó muchísimo porque no entendía que, por un lado, me dijeran en teoría que todos somos iguales, y por otro, me discriminaran por el color de mi piel con chistes de mal gusto y fundamentalmente en la forma de dirigirse a mi calificandome de negro, pero lo peor es que no se ocultaban para expresar su desprecio en mi propia cara hacían bullying y decían para que sirven los negros, a lo largo del tiempo me he dado cuenta que este es un régimen racista y que si tenía profesores con esas características no era fruto del azar sino del mismo régimen que odia a los negros. La primera persona referente de la sociedad civil independiente que conocí luego de salir de la cárcel fue a Elizardo Sánchez Santa Cruz, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional a partir de ahí fui relacionandome con otras organizaciones de la sociedad civil como el Partido Solidaridad Democrática, con la desaparecida Asociación Defensora de los Derechos Políticos (ADEPO) y el Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel que es un desprendimiento del Partido Solidaridad Democrática, pero cuando salí de la prisión comencé a trabajar por cuenta propia en un negocio de la familia que me trajo mucha persecución y aunque era legal y tal la policía política trató de chantajearme al ponerme a escoger o trabaja con tu familia y te alejas de todo o te hacemos la vida imposible al extremo que mi familia me dijo: no puedes seguir trabajando con nosotros porque no podían entre multas y decomisos, mi familia y yo sabíamos que era una jugada sucia de la Seguridad del Estado y  mi posición estaba bien clara en este punto me dije denunciaré lo que  está pasando y contacté a sindicalistas independientes para denunciar lo que estaba ocurriendo y así lo hice y es como se me abren las puertas en el sindicalismo independiente afiliándome en la Federación Sindical de Plantas Eléctricas, Gas y Agua de Cuba, ya corría los últimos meses del año 1997 esta organización unos años más tarde cambió su nombre y se comenzó a llamar Confederación Obrera Nacional Independiente de Cuba (CONIC) allí llegué a ocupar la responsabilidad de secretario nacional de asuntos juveniles hasta el año 2003 que llegó la Primavera Negra me encarcelaron y condenaron a 25 años,  sanción que termino de cumplir en el año 2028.

MHD: ¿Puede contarnos brevemente un poco del movimiento sindical independiente? ¿Qué organizaciones existen, cómo interactúan entre las mismas dentro de la isla y entre la isla y el exilio? ¿Existe alguna iniciativa que reúna a todas las organizaciones sindicales independientes de Cuba?

IHC: El régimen cubano viola todos los derechos a los que está obligado a cumplir por ser miembro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) conculca el derecho de los trabajadores a la Negociación Colectiva,  a la libertad de sindicalización y a la representación independientes de los trabajadores urgidos por la decisión del gobierno de despedir masivamente a cientos de miles de trabajadores bajo un modelo llamado socialista que mantiene la esencia del sistema, el colectivismo, la propiedad estatal sobre los medios de producción, la centralización de la economía, la prohibición de la acumulación individual de las riquezas, pero a la vez exige mayor productividad a  las empresas y trabajadores negando la libertad económica y no promete sino mayor control y represión política, económica y social.

La Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) es el resultado de la fusión de las tres organizaciones sindicales nacionales independientes la Confederación Obrera Nacional Independiente de Cuba (CONIC), el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y la Confederación de Trabajadores Independientes de Cuba (CTIC) que históricamente han representado una alternativa al sindicalismo oficial y de control representado por la oficialista Central de Trabajadores de Cuba (CTC) un apéndices del Partido Comunista de Cuba (PCC). La ASIC tuvo como objetivo la unificación de estas tres centrales sindicales independientes para denunciar las violaciones a los convenios internacionales y recomendaciones de la OIT y elevar la moral, profesionalidad y cultura de los trabajadores cubanos.

MHD: Usted es una persona que ha estado involucrada en distintas iniciativas con la sociedad civil independiente desde el proyecto Varela, ALDECU, campaña por otra cuba, ha sido firmante del documento del Camino del Pueblo…¿Podría mencionar alguna otra que haya colaborado y no haya mencionado? ¿Que rescata como experiencia de cada una de ellas?

IHC: Son positivas todas estas iniciativas que has mencionado, pero además trabajé muchos años en el Proyecto de Biblioteca Independiente de Cuba (PBIC), formé parte de Concilio Cubano, Cuba Decide y la última participación ha sido en el Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC).

De cada una de ellas he obtenido mucha experiencia y fortaleza. En todas veo lo positivo que tienen en sí mismo porque no se trata de  contradicciones insalvable, las contradicciones forman parte del camino que además se superan y nos ayudan a madurar, todo no puede ser color rosa y la verdad duele, pero vale el esfuerzo. Mi experiencia me dice que este camino es paso a paso y que cada experiencia es un desafío.

MHD ¿Cree que es importante el diálogo entre los distintos actores de la sociedad civil, sean periodistas, sindicalistas, artistas y  otros proyectos sociales o políticos? Si es así, ¿cuáles son los factores que lo facilita o en qué contestó es más favorable para que se dé?

IHC: Sí considero importante el diálogo. Entre los factores que lo  posibilitan está primero el respeto y la igualdad y por otra parte la sinceridad. Podemos tener diferencias de opiniones entre nosotros que es algo normal, pero el respeto es lo más importante porque sin él no puede existir un diálogo posible. Nuestra sociedad civil necesita animarse, conversar, hablar ponernos de acuerdo e inclusive discutir los sueños más acabados que no nos puede hacer regresar al pasado con dimensiones individualistas. No es la primera vez que me preguntan sobre este tema algo que me gustaría que se concretara para el bien de Cuba aunque en el pasado hemos sentido la amargura y la angustia que han producido algunos de estos intentos que no nos puede quitar el sueño, pero que también nos hicieron suspirar y vibrar de emoción.  Considero que el momento más favorable para que se dé puede ser cualquiera y este quizás puede ser el momento, pero importantes líderes de la oposición están en la cárcel lo que conspiraría con el éxito de la iniciativa ahora mismo.

MHD: Tras el 11 de julio, hay amigos, activistas de toda la vida, activistas más jóvenes y ciudadanos que por primera vez se manifestaban, pareciera que con más de mil presos políticos es el momento más oscuro sin embargo hay esperanza de cambio en la gente, ¿a que cree que se debe dicha esperanza?

IHC: Se debe en mi opinión a un proceso complejo acumulativo de más de 62 años con puntos de vistas contradictorios y caminos desencontrados y es tan simple que cansa porque el régimen traza desde arriba el destino de todos los cubanos que vivimos sin opciones, obligados a aceptar una brutal ideología, sin libertad de creación, sin diversidad ni pluralismo, con un aire empobrecido a punto del colapso y del estrangulamiento. Lo que  necesita nuestro pueblo es un ambiente abierto, sin pensar en la policía que vigila nuestros pasos y en un ambiente sin censuras ni mordaza. El pueblo cubano tiene la esperanza de un nuevo amanecer porque vive con la mística de la voluntad del cambio, lo que vivimos no es nuevo, pero es distinto. Pienso que los sucesos del 11 de julio primero marcaron un antes y un después y hoy constituye un símbolo en el corazón de cada uno de nosotros.

Cuba fue siempre una isla abierta, multicolor, diversa y llena de tonalidades, pero la dictadura acabó con ellas. Dicha esperanza se debe a que los cubanos ansiamos la libertad,la justicia y la verdad. Y aunque parezca que la noche será interminable y porque esa espera se ha hecho tan larga es que tenemos el mejor argumento para decir que la noche está llegando a su fin.