DDC | Washington | www.diariodecuba.com – La Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) este martes dirigió una carta a Raúl Castro para expresar su «preocupación por el trato violento» a varios sindicalistas independientes de la Isla, entre ellos, Iván Hernández Carrillo, secretario general de la recientemente reorganizada Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), según señala la propia misiva.
Dijeron a Castro que su Gobierno «no cumple con los estándares de derechos humanos» y exige que a los cubanos se les permita «ejercer sus derechos de libertad de expresión y asociación».
La carta fue enviada en nombre de los 12 millones y medio de trabajadores de la Federación.
La AFL-CIO es la mayor central obrera de los Estados Unidos y Canadá. Está compuesta por 59 federaciones nacionales e internacionales de sindicatos. Es miembro de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres.
El principal motivo al que se refieren los sindicalistas estadounidenses en su carta a Castro es «al ataque más reciente que tuvo lugar en la noche del 28 de diciembre» cuando Hernández Carrillo regresaba de Colón después de reunirse en La Habana con la Embajada de Francia y dirigir otros asuntos sindicales.
La misiva se hizo eco de la «golpiza brutal» recibida por el opositor y de la «detención arbitraria durante varias horas y sin cargos» hechas por agentes de la Seguridad del Estado.
Asimismo condenaron que ese mismo día la Dama de Blanco Caridad Burunate Gómez, que acompañaba a Hernández Carrillo, «también fue intimidada, detenida e interrogada».
Se quejaron de que esta no es la primera vez que son «detenidos, golpeados y liberados sin cargos ni explicación».
«Los que detuvieron al señor Hernández Carrillo amenazaron con que pudieran en cualquier momento devolverlo a la prisión donde pasó ocho años hasta su liberación condicional en 2011», alertó la Federación.
Añadieron, además, su preocupación por que estos hechos han pasado en menos de una semana (entre el 27 y el 30 de diciembre) con «al menos otros tres activistas de ASIC que fueron hostigados y detenidos por la policía» en La Habana: Felipe Carrera Hernández, Mateo Moreno Ramón y Emilio Alberto Gottardi.
La carta fue entregada al embajador cubano en Washington, José Ramón Cabañas Rodríguez.
Sobre lo sucedido el pasado 29 de diciembre, Burunate dijo a DIARIO DE CUBA que «la suerte fue que el pueblo intervino; si no, a Iván (Hernández Carrillo) lo matan a patadas».
Ambos opositores dijeron que unos cuatro individuos participaron en la agresión y que, al ver lo que ocurría, una treintena de pasajeros que estaban en el lugar comenzaron a protestar y a llamarlos «abusadores».
«Esto lo hacemos porque es un contrarrevolucionario», dijo el agente, según el exprisionero de conciencia.
«Pero el pueblo le contestó: ‘no le pueden dar por eso, eso no puede ser'», relató Burunate. «Otros gritaban ‘déjenlos tranquilos, ellos no están haciendo nada'».
«La Seguridad del Estado es una mafia que hace el trabajo sucio del Gobierno contra nosotros los opositores», consideró Caridad Burunate. «El régimen está agotando sus medios contra los opositores».
«Esto es un mensaje de que en cualquier momento ellos pueden pasar a otros escenarios más violentos, peores, con desaparecidos y muertos. Así es el final de las dictaduras», alertó Hernández Carrillo. «Temo por mi vida», concluyó.