A días para que se cumpla otro aniversario de su rapto en Kenia, el régimen no menciona a sus profesionales.
Nairobi (DDC) – El exministro de Relaciones Exteriores de Somalia, Ahmed Isse Awad, aseguró que la milicia yihadista Al-Shabab no ha hecho ninguna demanda hasta la fecha por los médicos cubanos Landy Rodríguez Hernández y Assel Herrera Correa, secuestrados por ese grupo el 12 de abril de 2019 en una zona fronteriza entre Kenia y el territorio somalí.
De acuerdo con declaraciones del funcionario recogidas por La Voz de América, cuando ejercía como canciller de su país fue contactado por Bruno Rodríguez Parrilla, su homólogo cubano, a propósito de los profesionales exportados por La Habana a Kenia como parte de un contingente de un centenar que desde entonces ha seguido siendo renovado por el régimen de la Isla.
«Yo les decía que estaban a salvo, que no los han matado y que trabajan como médicos para quienes los tienen retenidos», aseguró Awad para el reporte. Si bien Al-Shabab opera en el cuerno de África, su mayor fuerza se concentraría en Somalia.
Relacionado con Al Qaeda, al que se unió formalmente en 2012, está considerada como una organización terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos, Australia, Canadá y Nueva Zelanda. Con unos 7.000 miembros, desde 2015 es una de las organizaciones extremistas islámicas más activas en África.
Las declaraciones del exministro se producen después que Cuba y Somalia restablecieran relaciones diplomáticas luego de 47 años. Mogadiscio rompió lazos con La Habana en 1977, cuando Fidel Castro envió tropas con el apoyo de la URSS para apoyar a su aliado Etiopía, invadido por Somalia en la conocida como Guerra de Ogadén. En ese conflicto habrían muerto unos 3.000 soldados somalíes, según cifras oficiales.
De acuerdo con Awad, su país, «en la medida de nuestras posibilidades», jugará un papel para asegurar la libertad de los dos médicos, sobre los que no se tienen noticias hace alrededor de dos años. Recordó que en ocasiones anteriores Al-Shabab ha liberado a rehenes extranjeros después del pago de rescates, como no ha sido el caso con los cubanos.
Según el propio Gobierno de Somalia, el nuevo embajador de la Isla en ese país, Juan Manuel Rodríguez, presentó cartas credenciales al presidente, Hassan Sheikh Mohamud, el martes pasado. Rodríguez es también embajador de Cuba en Kenia.
La nota al respecto del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba señala que Sheikh Mohamud dio la bienvenida al nuevo representante diplomático de La Habana, al tiempo que habría agradecido la formación de profesionales somalíes en Cuba. También «reiteró la disposición de trabajar por el fortalecimiento de las relaciones bilaterales».
Esta semana se cumplirán cuatro años del secuestro del cirujano Landy Rodríguez Hernández y el especialista en medicina general Assel Herrera Correa en Kenia.
Desde entonces, La Habana se ha limitado a celebrar sus cumpleaños a través de recordatorios en las redes sociales de Miguel Díaz-Canel u otro funcionario, y a reiterar una vez y otra que están «batallando por su regreso», pero sin informar qué trámites sigue para lograrlo.
En el tercer aniversario del suceso, el pasado 12 de abril, fuentes de la embajada cubana en Nairobi dijeron a EFE que «la esperanza no se pierde», pero admitieron no contar con pruebas de vida de los profesionales secuestrados y subrayaron que no había novedades en el caso.
El régimen reconoció en 2021 que las exportaciones de servicios de salud fueron el 50% de las exportaciones de servicios (en general) de 2020, y estas, a su vez, el 80% de las exportaciones totales del país.
Según Yamila de Armas Águila, presidenta de la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos, S.A. (CSMC), los «servicios de salud humana y servicios de atención» generaron al Gobierno de Cuba 3.997.948,3 de los 6.879.664,9 millones de pesos ingresados en 2020 por el concepto de servicios. La Salud fue exactamente el 58,1% de la exportación de servicios.
El régimen cubano continúa con la exportación de servicios médicos pese a las denuncias de doctores, enfermeras y otros especialista de salud por las condiciones de esclavitud a la que son sometidos en las llamadas «misiones».