Las continuas detenciones de periodistas independientes envían un claro mensaje de la intolerancia del Gobierno hacia la libertad de expresión.
La Habana | Manuel Guerra Pérez – Los periodistas independientes Vladimir Turró Páez y Rosa Magdalena Avilés Carvallo fueron detenidos el pasado martes 21 en las cercanías de la embajada de la República Checa luego de que estos salieran de su habitual turno a internet al que acuden todas las semanas en ese consulado europeo.
Ambos periodistas, Turró liberado unas 27 horas después, y Avilés, bajo arresto en el centro de reclusión del Vivac al momento de redactar esta nota, fueron interceptados por un agente del Departamento de la Seguridad del Estado (DSE) de la motorizada apoyado por dos policías uniformados, en una parada de ómnibus a dos cuadras de la mencionada sede diplomática.
Los reporteros fueron conducidos hacia la unidad policial de Zapata y C donde fueron interrogados y amenazados por su labor periodística, según comentó Turró vía telefónica a DIARIO DE CUBA. El periodista es colaborador del portal digital CubaNet.
«Fui amenazado que iba a ir preso: ‘ya tú estás empapelado, si continúas escribiendo te voy a desaparecer'», dijo Turró citando las palabras del oficial del DSE.
«A mi colega (Rosa M. Avilés Carballo) le dijeron que iba a ser conducida para el centro penitenciario el Vivac, y se desplomó cuando la amenazaron con que le quitarían a su hija», añadió el reportero en entrevista telefónica.
Turró precisó que luego de tres horas en la Unidad de Zapata y C fue conducido hacia la Oncena Unidad en San Miguel del Padrón.
A su compañera «le habían notificado que iba a ser deportada para Camagüey, su provincia natal».
Avilés Carballo lleva viviendo tres años en La Habana y no tiene residencia en Camagüey. En esa provincia vive su hija de 11 años de edad junto a la familia paterna.
Turró fue liberado aparentemente sin cargos penales el día 22 sobre las 4:00 pm tras pasar unas 27 horas detenido, según contó el propio periodista a DDC.
Las continuas detenciones de periodistas independientes envían un claro mensaje de la intolerancia del Gobierno cubano hacia la libertad de expresión en la Isla. Portales digitales con información alternativa a la prensa oficial son censurados para no permitir el acceso a la creciente ola de internautas que hay dentro de Cuba.