miércoles , 30 octubre 2024

Líder sindical continental habla sobre el 2º Congreso de la ADS

Mena informó que se realizará una evaluación exhaustiva de la aplicación de los convenios 87 y 98 de la OIT.

La Habana (Cuba Sindical) – El diario panameño, El Siglo, publicó en su columna de opinión, un texto del reconocido líder sindical continental Mariano Mena, donde se refiere a la historia y organización de la Alternativa Democrática Sindical (ADS) previo su 2º Congreso, realizado entre el 4 y el 5 de mayo en Bogotá, Colombia.

Mena, quien es presidente de la Universidad de los trabajadores de América Latina (2014), recordó cómo “el 21 de abril del 2017 vio la luz al mundo del trabajo, la organización Internacional denominada Alternativa Democrática Sindical de las Américas”, la cual en su congreso constitutivo reunió a representantes de 14 países, y 25 organizaciones y más de 20 millones de trabajadores organizados en la región de las Américas, tras un proceso de fusión gestado “entre la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT) y la Organización Regional Interamericana de Trabajadores (ORIT)” desde el 2008 en Ciudad de Panamá.

Mena recordó a los lectores que este congreso, sostenido en Bogotá con la Central General del Trabajo colombiana como anfitriona, será dedicado “a honrar el nombre y memoria de nuestro máximo líder Julio Roberto Gómez Esguerra”, y donde será discutida la plataforma de lucha y trabajo que nos propondremos para los próximos 4 años; en materia organizativa, formativa, en la defensa de los derechos de los trabajadores en lo particular como de la sociedad en general, derechos ambientales, seguridad social, defensa a las libertades, al empleo digno, a una vida en dignidad, realizaremos una revisión de nuestra carta constitutiva, profundizaremos en la aplicación de los valores y principios como base fundamental de nuestro trabajo.”

Agregó en su combativo texto que se realizará una evaluación exhaustiva de la aplicación de los convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en virtud de que el Consejo de Administración, “por recomendación del Grupo de Trabajadores, encabezado por la dirigencia de la Confederación Sindical Internacional (CSI), se ha opuesto sistemáticamente a permitir el ingreso de ADS como parte de los órganos consultivos de la OIT contraviniendo sus propios convenios.”

“Es inaceptable”, afirmó, “que la burocracia sindical internacional de la CSI, quienes dicen defender los derechos de los trabajadores, se oponga a que otra organización internacional haga parte de la Organización Internacional del Trabajo, ¿le temen a la competencia?, ¿a que les hagan sombra? ¿dónde quedan los principios democráticos que rigen la OIT?”

La ADS es el resultado de la escisión de la Confederación Sindical de las América (CSA). A su primer Congreso, en abril del 2017, asistieron 400 delegados de centrales sindicales de países de Suramérica y el Caribe. Entre las organizaciones firmantes, aparte de la CGT de Colombia, figuran la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), la brasilera Fuerza  Sindical, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y la Central de Trabajadores de México (CTM), ambas del país azteca, la Confederación de Trabajadores de Venezuela, la Central Autónoma de Trabajadores y la Confederación de Trabajadores del Perú, la Central Nacional de Trabajadores del Paraguay, la Unión Nacional de Trabajadores Chile, la Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá; la Confederación de Trabajadores del Ecuador, la Central Puertorriqueña de Trabajadores,  la Confederación de Trabajadores de Honduras, la Central Autónoma de Trabajadores de Chile y la Federación de Trabajadores de Aruba, entre otras.

Sobre las razones que llevaron a la división, se menciona la “falta de independencia” de la CSA frente a los gobiernos de Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Chile y Argentina. La ADS se planteó en su momento “oxigenar y desarrollar un sindicalismo más incluyente y enfrentar con cohesión los retos que plantean el reordenamiento político, económico y social en la región de las Américas”.

En sus primeras declaraciones, la ADS fustigó al gobierno de Maduro en Venezuela, “por ser un gobierno represivo, antidemocrático, que está atacando a los trabajadores y al pueblo”. Asimismo, condenó la orden de militarizar la sociedad civil venezolana y expresó su temor de que tal decisión generaría una sangrienta guerra interna en el vecino país y exige diálogo social para concertar las políticas laborales, económicas y sociales con las organizaciones sindicales.

La piedra filosofal de la ADS es el “sindicalismo de valores” en beneficio de la clase menos favorecida. Insistió en que el fortalecimiento del sindicalismo es un gran reto y meta del Ministerio de Trabajo de Colombia, y en ese sentido instó a los delegados de la ADS a seguir trabajando vigorosamente, “pues solo la fuerza de la unidad llevará al movimiento sindical a la victoria”.

La organización nació con un amplio plan de trabajo, que comprende la lucha contra las políticas de tercerización laboral, por el trabajo decente, la libertad sindical y diálogo social, por la erradicación del trabajo infantil y los abusos contra los inmigrantes, la lucha contra la corrupción, la defensa de los derechos humanos y de un modelo alternativo de desarrollo que preserve el medio ambiente, entre otras reivindicaciones. En ella tienen amplia representación trabajadores de los sectores público y privado, las mujeres, los jóvenes, los campesinos, los pensionados, los afrodescendientes, los pueblos indígenas, los discapacitados entre otros, que tradicionalmente han sido marginados.

Y aspira con responsabilidad, a convertir a nuestros países en naciones con justicia, solidaridad, humanidad y desarrollo sostenible mediante la solidaridad y la cooperación con las poblaciones más empobrecidas, o que están sufriendo los abusos de regímenes totalitarios. Un claro indicador de la situación cubana. aleagapesant@gmail.com