Cobrab unos 1,600 dólares al mes, 53 veces más del que cobran los cubanos por el mismo trabajo (unos 30 dólares)
MARIO J. PENTÓN | El Nuevo herald, octubre 16, 2016 – Tres meses después de la revelación sobre la presencia de trabajadores de la India en la construcción de un hotel de lujo en La Habana, la prensa cubana hizo mención el sábado del hecho reportando que los asiáticos tienen un rendimiento “tres o cuatro veces” mayor.
“El resultado de su trabajo es de muy alta calidad. Su presencia está impregnando un alto aprovechamiento de la jornada laboral, lo que redunda en una mayor productividad”, según un reportaje publicado en Juventud Rebelde y reproducido en el sitio webCubadebate.
Según Reuters, los salarios que la empresa francesa Bouygues paga a los constructores indios son de unos 1,600 dólares al mes, 53 veces más del que cobran los cubanos por el mismo trabajo (unos 30 dólares). En el mejor de los casos, con estímulo incluido, los cubanos podrían ganar como máximo 100 dólares al mes, lo que equivaldría a 16 veces menos que los asiáticos.
Como principal causa para la contratación de los extranjeros los directivos de la Empresa Inmobiliaria Almest aducen la movilidad del personal formado en las escuelas cubanas, que buscan otras alternativas de trabajo mejor remuneradas.
La publicación señala, sin embargo, que “existe un permanente mejoramiento” en las condiciones de vida de los obreros cubanos, entre las que cita el constante aseguramiento del contenido de trabajo. Otro “privilegio” que menciona está en el contar “con transportación desde los albergues donde se alojan hasta el sitio donde laboran” y que “la alimentación que se les ofrece es buena, así como las condiciones donde pernoctan”.
Se menciona igualmente “un estudio para la aplicación de un nuevo sistema de pago”, pero se aclara que no será “reforma salarial”.
Los especialistas consultados por este diario corroboraron que la contratación de personal extranjero para las obras turísticas en Cuba es una práctica habitual, pero el caso de los indios llama la atención por la cantidad de obreros. No solo están presentes en La Habana, sino también en la construcción de varios hoteles en Varadero y otras zonas del país.
El ingeniero civil Bladimir Ayra Estrada, vicepresidente de la Asociación Económica Internacional Arcos BBI, relacionada con la construcción en Cuba, explica que “con la presencia de los trabajadores de la India en las obras, se están recuperando oficios que se han perdido”.
Según Ayra Estrada, junto a los obreros indios ponen a trabajar a cubanos para que aprendan a realizar los oficios. El directivo reconoció que su empresa aprovecha fundamentalmente a los recién egresados de carreras técnicas relacionadas con la construcción, porque se marchan después que cumplen el servicio social [un periodo de uno a tres años en el que los estudiantes egresados deben trabajar obligatoriamente en la especialidad en la que se graduaron].
Los electricistas, carpinteros, plomeros y albañiles cubanos que trabajan en los hoteles construidos en los polos turísticos son generalmente contratados a través de las 13 agencias empleadoras del país. Se trata de empresas estatales creadas para reclutar lo mejor de la mano de obra calificada en la Isla. Contratan al trabajador por un salario en moneda nacional y en algunos casos con estimulación en CUC, a la vez que ofrecen sus servicios a compañías extranjeras, ajustando su precio en dólares. Es un negocio que permite importantes ganancias al Estado, que se queda con la mayor parte de los beneficios.
El gobierno cubano apuesta por potenciar el turismo como una manera de dinamizar su estancada economía. Cuba recibió el pasado año más de tres millones y medio de turistas, por lo cual ha tenido que realizar importantes ajustes e inversiones para equilibrar la oferta con la demanda de habitaciones.
El hotel Manzana en el que trabaja el mayor contingente de obreros indios está ubicado en la Manzana de Gómez, que fue el primer gran centro comercial de la capital cubana. Su conclusión está programada para inicios de 2017 y será operado por la Cadena Hotelera Internacional Kempinski y el Grupo de Administración Empresarial (GAESA), que pertenece a las Fuerzas Armadas.