Un grupo procedente de Colombia arribó a Miami tras recibir el permiso que otorgaba el programa Cuban Medical Professional Parole.
MIAMI | Diario Las Américas – Larga fue la espera en el Aeropuerto Internacional de Miami por el arribo de los primeros 20 profesionales cubanos de la salud procedentes de Colombia, cuyos casos migratorios fueron procesados por las autoridades estadounidenses antes de que el Gobierno de Barack Obama suspendiera el programa Cuban Medical Professional Parole, el 12 de enero pasado.
A la altura de las 6 pm solo había salido de los trámites de rigor el matrimonio conformado por los doctores Carlos Ariel Amigo, de 29 años y Yerenia Cedeño, de 28, ambos de la provincia de Guantánamo.
Cedeño, madre de una niña de tres años que dejó en Cuba, se graduó como médico general integral en el 2012 y trabajó en el barrio de Petare, ubicado en la zona este de la ciudad de Caracas.
Manifestó que en esa localidad varios de sus colegas han sido atracados por delincuentes. “Nadie vela por la seguridad de nosotros allí”, enfatizó angustiada.
Abundando sobre las condiciones de vida, Cedeño detalló a DIARIO LAS AMÉRICAS: “A mí me pagaban siete mil bolívares por mes, que al cambio eran unos siete dólares, cuando un kilogramo de arroz ¡cuesta tres mil bolívares! Cuando llegamos a Venezuela, nos prometieron la venta de bolsas de comida por el programa Mercal, pero eso nunca sucedió. Muchos teníamos que pedirle a nuestros familiares que nos enviaran dinero de nuestro salario depositado en Cuba”.
Por su parte, el doctor Julio César Alfonso, presidente de la organización Solidaridad sin Fronteras, dijo a la prensa reunida en el aeropuerto que se está desarrollando un programa para reinsertar este personal facultativo en especialidades alternativas para laborar como asistentes o técnicos, en aras de que no salgan del giro de la medicina.
“Posteriormente tenemos proyectos para facilitar la revalidación de sus licencias profesionales. De hecho, estamos en medio de una campaña que debe discutirse en la legislatura estatal de Florida el próximo mes de marzo, debido a la gran escasez de médicos que presenta el estado, para que la ratificación de los títulos de los médicos sea con un solo examen. A cambio, estos muchachos donarían voluntariamente un año de residencia al servicio del estado de Florida”, señaló.
Alfonso ilustró que a cualquier galeno extranjero el proceso de revalidar la licencia en Estados Unidos le implica un gasto de entre 45 y 60 mil dólares, aproximadamente, más el tiempo de residencia. “Nuestro plan con los médicos cubanos reduciría el tiempo de revalidación a un máximo de dos años y medio, con un costo de entre cinco mil a 10 mil dólares”.
Agregó que su organización, con la ayuda de los congresistas del sur de la Florida y entidades del Gobierno federal, se propone rescatar todo el personal con limbo migratorio y restablecer el programa de visas para estos profesionales, instaurado por el presidente George W. Bush en el 2006.
“Hay unos dos mil profesionales cubanos de la salud con solicitudes de entrada a Estados Unidos. Sólo en Colombia hay unos 900. Una buena parte de ellos solicitaron sus visas antes del 12 de enero pasado”, aseguró.
“Confiamos que el presidente Donald Trump, dentro de su agenda de una emigración legal y ordenada, tenga en cuenta la entrada de estos muchachos que son víctimas de una esclavitud moderna”, acotó.
Citó, como un simple ejemplo, que el Gobierno de Brasil, el que más dinero paga al Gobierno cubano, deposita unos 10 mil dólares mensuales por cada médico, pero el galeno sólo recibe dos mil dólares por mes.
Por último se conoció que los 20 profesionales cubanos de la salud recién llegados serán atendidos por la organización Caridades Católicas, en Doral, hasta que reciban sus permisos de trabajo.